
La bioquímica húngara Katalin Karikó y el investigador estadounidense Drew Weissman ganaron el Premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos sobre el ARN mensajero que permitieron el desarrollo de las vacunas contra el Covid-19.
“Los ganadores contribuyeron al desarrollo a un ritmo sin precedentes de una vacuna durante una de las mayores amenazas para la salud de la humanidad en los tiempos modernos”, indicó el jurado sobre el premio a los científicos.
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The 2023 #NobelPrize in Physiology or Medicine has been awarded to Katalin Karikó and Drew Weissman for their discoveries concerning nucleoside base modifications that enabled the development of effective mRNA vaccines against COVID-19. pic.twitter.com/Y62uJDlNMj— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 2, 2023
Así las cosas, al elegir a estos investigadores, que estaban en la lista de favoritos, el Comité del Nobel en Estocolmo rompió con su tradición de reconocer trabajos con varias décadas de trayectoria.
“Es una broma”
Karikó, de 68 años, dijo a la radio sueca SR que al principio no se creyó la noticia y siguió en directo la ceremonia con emoción.
Por su parte, Weissman, de 64, indicó que pensó que se trataba de una broma cuando su colega “Katie” le comunicó la noticia. “Estaba sentado en mi cama escuchando. Nos preguntamos si alguien nos estaba gastando una broma”, relató quien trabaja en la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos.
Laureados
Los investigadores recibirán un diploma, una medalla de oro y un cheque de casi un millón de dólares, de manos del rey de Suecia Carlos XVI Gustavo en una ceremonia que se desarrollará en Estocolmo el 10 de diciembre próximo, en ocasión de un nuevo aniversario de la muerte, en 1896, de Alfred Nobel, quien creó los premios en su testamento.
La clave del éxito
La tecnología premiada data de 2005 pero las primeras vacunas que utilizaron ARN mensajero fueron desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna contra el coronavirus.
A diferencia de las vacunas tradicionales que usan virus debilitados o piezas de proteínas de virus, la técnica del ARN mensajero utilizan moléculas genéticas que indican a las células qué proteínas producir.
Este proceso simula una infección y esto entrena al sistema inmune para cuando se enfrente a un virus verdadero.