
La gente odia a los murciélagos y los mata; no sabe que son sus aliados
La Jornada, especial para InfoBaires24
El biólogo Rodrigo Medellín, quien protagonizó el documental de la BBC El Bat Man de México, que aborda una vida de trabajo dedicada a la conservación de los murciélagos, fue postulado a los premios Panda, el más prestigioso galardón ecológico de cine y televisión.
«Hoy que he sido reconocido tengo que trabajar el doble o el triple. Cuando tienes la atención del público es cuando debes redoblar tus esfuerzos, actuar de manera más responsable para demostrar que tu trabajo tiene un impacto positivo en los murciélagos», afirmó el investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista, el científico señaló que su mensaje está alcanzando a muchos millones de personas por medio del documental de la BBC para que cambien su percepción de los murciélagos.
El documental, narrado por el británico David Attenborough, eminencia en temas de la naturaleza, está postulado en una de las categorías de los Panda, conocido como el Óscar verde, en el Festival de Cine Wildscreen, que se realiza en la ciudad inglesa de Bristol.
La triste mala fama que tienen los murciélagos es completamente infundada. La gente no los quiere; los mata, dinamita sus cuevas, les tira de pedradas, los pone a fumar, sin saber que al tratar así a estos aliados de la noche también está arruinando el medio ambiente, argumentó el experto, cuya pasión por esos animales comenzó en su niñez, etapa de su vida en la que adquirió sus primeros ejemplares.
El investigador de la UNAM explicó que el murciélago integra el segundo grupo más diverso de los mamíferos. Existen mil 250 especies en el mundo, de las cuales 138 viven en México.
Sin embargo, pocos saben que el murciélago es un aliado nocturno del hombre que ayuda al control de plagas, dispersión de semillas y polinización de árboles y plantas.
El académico de la UNAM recibió en 2012 el premio Whitley del Fondo para la Naturaleza de manos de la princesa Ana, hija de la reina Isabel II, además de que en 2008 fue galardonado con el premio Rolex.
En 2012 el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente designó al biólogo mexicano embajador de los murciélagos junto con un académico estadunidense y un británico, por su contribución a la recuperación y conservación de esta especie animal.
Su presencia en Argentina
Los murciélagos son los únicos mamíferos que poseen alas y están adaptados al vuelo activo. Tienen un característico sistema de emisión y recepción de ultrasonidos, llamado ecolocalización, que utilizan para orientarse y capturar a sus presas. Son de hábitos nocturnos o crepusculares. Ocupan diversos tipos de refugios, tanto naturales como artificiales, y la mayoría de las especies forman colonias. Si bien pueden ser portadores del virus de la rabia, los murciélagos también brindan un importante beneficio al hombre ya que son los más eficaces predadores de insectos nocturnos.
En la Argentina existen 4 familias de murciélagos, todas autóctonas. En la zona del AMBA encontramos especies pertenecientes a dos familias diferentes:
Especies que pertenecen a la familia Vespetilionidae:
· Murciélago Pardo Chico (Eptesicus diminutus)
· Murciélago Pardo Común (Eptesicus furinalis)
· Murciélago Escarchado Chico (Lasiurus blossevillii)
· Murciélago Escarchado Grande (Lasiurus cinereus)
· Murciélago Leonado (Lasiurus ega)
· Murcielaguito de Vientre Blanco (Myotis albescens)
· Murcielaguito Amarillento (Myotis levis)
Especies que pertenecen a la familia Molossidae:
· Murciélago Moloso Orejas Anchas Pardo (Eumops bonariensis)
· Murciélago Moloso Cola Gruesa Chico (Molossus molossus)
· Murciélago Moloso Común (Tadarida brasiliensis)
Las 10 especies se pueden encontrar en toda la zona de la región del AMBA, exceptuando al Murciélago Pardo Chico que se encuentra exclusivamente en el Delta del Paraná, y al Murciélago Leonado que solo se encuentra en la zona norte y oeste de la región.
Se distribuyen de forma diferente en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires debido a las distintas preferencias por el lugar de refugio (gráfico 1). Aquellas que prefieren refugiarse en viviendas y edificios, como el Murciélago Moloso Común , son más abundantes en Capital Federal mientras que, otras que prefieren ref ugiarse entre las ramas o debajo de la corteza de los árboles, como el Murciélago Escarchado Grande, el Escarchado Chico y el Murciélago Leonado, son más abundantes en la provincia de Buenos Aires.
Las especies presentes en la región del AMBA se alimentan exclusivamente de insectos tales como polillas, moscas, mosquitos, escarabajos, grillos, langostas y avispas.
Saber si un murciélago es portador de rabia es algo bastante sencillo:
Los murciélagos con rabia a menudo se ven en el día. Un murciélago en el día puede no necesariamente tener rabia, pero sin duda es un comportamiento inusual. Si ves un murciélago en plena luz del día lo mejor es mantenerse alejado de él.
La parálisis es uno de los síntomas de la rabia en los murciélagos. Un murciélago puede estar caído en el suelo y verse como si estuviera muerto. Podés ver que intenta volar y no puede conseguir salir de la tierra. Si un murciélago está pegado a la tierra, hay una buena posibilidad de que esté rabioso.
Si un murciélago se lanza hacia abajo, hay una buena probabilidad de que sólo esté tratando de atrapar un insecto. Si un murciélago muerde o trata de agredir a un humano o muestra agresividad general, podría estar rabioso. La rabia no se puede tratar si no se detecta antes de que aparezcan los síntomas, por lo que si eres mordido por un murciélago, es importante buscar atención médica inmediatamente.
Los animales con rabia se representan a menudo en los libros y películas con «espuma en la boca.» Este puede no ser en realidad el caso, pero a menudo la rabia causa un aumento en la saliva. A veces parece como si el animal tiene espuma en la boca, pero un murciélago también puede ser visto babear excesivamente en lugar de la formación de espuma.
El diagnóstico de rabia, ante cualquier duda, se realiza en el Instituto Luis Pasteur de la Ciudad de Buenos Aires y en el Instituto de Zoonosis de Avellaneda de la provincia de Buenos Aires.