
Impiden la liberación de Lula y el PT habla de “secuestro”
Una maniobra político-judicial impidió la liberación del ex presidente y agregó más incertidumbre y tensión. Luego de que por la mañana un juez ordenó la excarcelación de Lula, por la noche un magistrado superior la rechazó. Hubo movilizaciones populares y el PT habla de “secuestro”.
“Esto no va a terminar bien, esto es una vergüenza.”, disparó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisy Hoffmann, en referencia al manoseo al que fue expuesto ayer Luiz Inácio Lula da Silva luego de que un camarista ordenara mantener arrestado al ex presidente contrariando la decisión de un colega que previamente había determinado su excarcelación durante la feria judicial, a tres meses de las elecciones presidenciales. En un comunicado el PT se refirió al encarcelamiento como un “secuestro” motivado por razones políticas.
De ese modo Hoffmann y el PT repudiaron la decisión anunciada cerca de las 20 horas por el titular del Tribunal Regional 4 (TRF4) de Porto Alegre, Carlos Eduardo Thompson Flores, al ordenar que el jefe petista continúe en la celda donde fue alojado, en régimen de aislamiento, el 7 de abril pasado.
Después de las 9 un miembro del TRF4, el camarista Rogerio Favreto, firmó una resolución para que el imputado deje de forma “urgente” la Superitendencia de la Policía Federal en Curitiba en el entendimiento de que tiene derecho a participar en debates televisivos y actos de campaña con miras a los comicios del 7 de octubre. Favreto es el respondable del TRF4, al estar de guardia durante todo el mes de receso.
Dos horas después de que el TRF4, cámara de apelaciones de Porto Alegre, ordenó abrir las puertas del presidio, el juez Sergio Moro, de la primera instancia de Curitiba envió un escrito rechazando la medida.
La decisión de Moro sorprendió por dos razones: un juez no puede desconocer una medida emanada de un tribunal de alzada, y mucho menos hacerlo durante las ferias judiciales. Moro, el mentor de la causa Lava Jato, envió su resolución desde Portugal donde pasa un nuevo período de descanso.
“Lo que hizo Moro fue un acto sedicioso; esto es un crimen”, afirmó el diputado Wadih Damous frente a la Superintendencia de Curitiba, y miembros de la agrupación de Abogados por la Democracia recomendaron el procesamiento y arresto del letrado por “desacato”.
Unos minutos después de que Moro pidiera la continuidad de la prisión, esa posición fue avalada por el camarista Joao Pedro Gebran Neto, integrante del TRF4 de Porto Alegre, que está de ferias.
La suerte parecía echada contra Lula, pero a las 16 horas hubo otro coletazo cuando el camarista Rogerio Favreto, él que había pedido la excarcelación a la mañana, volvió a la carga y dio una hora a los policías federales para que cumplan la orden.
Hubo un acto espontáneo en el Sindicato de Metalúrgicos del San Bernardo do Campo donde Lula se fogueó como líder sindical y máximo adversario de la dictadura a fines de los 70. Otras concentraciones, de concurrencia variada, surgieron en Río de Janeiro, frente a la Superitendencia policial de Curitiba y en la Plaza de los Tres Poderes entre la Presidencia y el Supremo Tribunal Federal en Brasilia.
Un Tribunal de Porto Alegre aceptó habeas corpus y ordenó liberación de @LulaOficial, otro juez quiere mantenerlo en prisión, continuando con la injusticia. Lula no está solo ni política ni jurídicamente. Su delito es ser candidato ganador #LulaLivreAgora#LulaLivre pic.twitter.com/TXgiEHsIsW
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) July 8, 2018