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Primero de Mayo: Conmemoración y Reflexión sobre el Presente

El denominado "Plan Motosierra" ha significado una profunda reducción del Estado, privatizaciones, desregulación del mercado laboral y una política monetaria restrictiva para controlar la inflación heredada.

Por Oscar Cuartango (Militante peronista, conductor de Grupo Descartes, Ex Ministro de Trabajo de la Pcia. de Bs. As. 2007/2015)

 

El Primero de Mayo constituye una fecha emblemática en el calendario mundial, consagrada como «Día Internacional de los Trabajadores» en honor a los Mártires de Chicago y, a través de ellos, a todos quienes han luchado, padecido persecuciones, cárcel y hasta ofrendado sus vidas por mejorar las condiciones y derechos de la clase trabajadora.

Evolución histórica en Argentina

En nuestro país, esta fecha ha transitado por diferentes etapas. Durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen se conquistó la jornada laboral de 8 horas, un avance significativo pero insuficiente. Fue con la llegada de Juan Perón y la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión cuando el Primero de Mayo trascendió su carácter meramente conmemorativo para convertirse en una verdadera celebración popular, sustentada en las conquistas obtenidas durante la gestión peronista.

El contraste histórico resulta elocuente: en 1910, año del primer centenario de la Revolución de Mayo, el Día de los Trabajadores se «conmemoró» bajo el yugo de feroces represiones y estado de sitio para «garantizar» unos festejos patrios donde los sectores populares brillaron por su ausencia. Un siglo después, en 2010, tuve el honor de celebrar el Primero de Mayo en el Paseo del Trabajo en Avellaneda junto al entonces Ministro Carlos Tomada, en un ambiente pletórico de trabajadores y dirigentes sindicales; mientras que el bicentenario se transformó en una auténtica fiesta popular en la Avenida 9 de Julio.

Contexto actual: nuevos desafíos para la clase trabajadora

A mayo de 2025, la situación de los trabajadores argentinos atraviesa uno de sus momentos más complejos. La administración de Javier Milei, tras asumir en diciembre de 2023, ha implementado un programa económico de ajuste estructural bajo la premisa de equilibrar las cuentas públicas. El denominado «Plan Motosierra» ha significado una profunda reducción del Estado, privatizaciones, desregulación del mercado laboral y una política monetaria restrictiva para controlar la inflación heredada.

Evolución cuantitativa del mercado laboral (2023-2025)

Los datos oficiales del INDEC y el Ministerio de Capital Humano revelan una tendencia preocupante:

  • Empleo registrado: Ha experimentado una contracción del 8,2% entre diciembre de 2023 y abril de 2025. El sector privado formal pasó de 6,2 millones de trabajadores a 5,7 millones, perdiendo aproximadamente 510.000 puestos de trabajo formales.
  • Empleo público: Como consecuencia directa de las políticas de «reducción del Estado», se eliminaron 286.000 puestos en la administración pública nacional, provincial y municipal, representando una caída del 12,5% en este sector.
  • Empleo no registrado (informal): La tasa de informalidad laboral se ha incrementado del 37,8% en el tercer trimestre de 2023 al 43,5% en el primer trimestre de 2025, incorporando aproximadamente 750.000 trabajadores a la economía informal.
  • Desempleo: La tasa de desocupación escaló del 6,7% a finales de 2023 hasta el 11,4% en el primer trimestre de 2025, afectando principalmente a jóvenes y mujeres. En términos absolutos, hay 1,2 millones de personas desempleadas activamente buscando trabajo.
  • Subocupación: El porcentaje de trabajadores que trabajan menos de 35 horas semanales y desean trabajar más horas creció del 9,6% al 14,8% en el mismo período.
  • Salarios reales: Los ingresos medios de los trabajadores registrados acumulan una pérdida de poder adquisitivo del 26,3% entre diciembre de 2023 y marzo de 2025, considerando el índice de inflación oficial.

Si bien algunos indicadores macroeconómicos muestran cierta estabilización, como la disminución gradual de la inflación (del 211% anual en 2023 al proyectado 76% para 2025) y el equilibrio fiscal primario, el costo social ha sido significativo. El poder adquisitivo de salarios, jubilaciones y asignaciones sociales ha experimentado un notable deterioro, profundizando los niveles de pobreza e indigencia que alcanzaron el 52,7% y 18,3% respectivamente según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina. La flexibilización laboral implementada mediante la Ley Bases y el DNU 70/2023 ha debilitado considerablemente las protecciones históricas de los trabajadores argentinos.

La transformación del mundo del trabajo

La automatización, la inteligencia artificial y las nuevas formas de contratación han modificado sustancialmente el panorama laboral. Las plataformas digitales y aplicaciones han generado un crecimiento exponencial de trabajadores precarios sin derechos laborales básicos, categorizados como «colaboradores independientes» o «emprendedores», despojándolos de la protección que brinda la legislación laboral tradicional.

Los datos del reciente estudio «Plataformización del Trabajo en Argentina 2025» revelan que:

  • El número de trabajadores de plataformas digitales (delivery, transporte, servicios profesionales y microtareas) creció un 189% entre 2020 y 2025, alcanzando 1,76 millones de personas.
  • De estos, solo el 4,2% cuenta con algún tipo de protección laboral formal.
  • El 68% de los trabajadores de plataformas dedica más de 40 horas semanales a esta actividad, evidenciando que no se trata de empleos complementarios sino de su principal fuente de ingresos.
  • Los ingresos promedio de estos trabajadores son un 42% inferiores a los de empleados formales en posiciones equivalentes.

La denominada «Ley de Modernización Laboral», sancionada a fines de 2024, ha institucionalizado un modelo de relaciones laborales que reduce significativamente el poder de negociación colectiva, estableciendo el sistema de «Mochila Argentina» en reemplazo de las indemnizaciones por despido, siguiendo el controvertido modelo austríaco que tantas veces se intentó implementar en nuestro país. Desde su implementación en enero de 2025, el índice de rotación laboral ha aumentado un 47%, mientras que la duración promedio de los contratos laborales se ha reducido de 5,8 años a 3,2 años, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

El sindicalismo en la encrucijada

Las organizaciones sindicales enfrentan hoy el desafío más importante desde el retorno de la democracia. La fragmentación del movimiento obrero, dividido en cinco centrales diferentes, ha reducido dramáticamente su capacidad de respuesta y negociación frente a las políticas gubernamentales y empresariales.

La tasa de sindicalización ha experimentado una caída sostenida:

  • Del 39,7% de los trabajadores registrados en 2015 al 31,2% en 2020
  • Continuando la tendencia hasta el 24,5% actual en 2025

Esta disminución ha sido particularmente pronunciada en ciertos sectores:

  • Entre trabajadores menores de 30 años: solo 14,8% están sindicalizados
  • En el sector servicios: 19,3% de sindicalización vs. 42,7% en industria manufacturera
  • En pequeñas empresas (menos de 50 empleados): apenas 11,2% de sindicalización

El informe «Radiografía Sindical 2025» del Ministerio de Capital Humano revela que la cantidad de convenios colectivos homologados cayó un 57% entre 2023 y 2025, mientras que los acuerdos salariales firmados por debajo de la inflación representaron el 76,8% del total, frente al 41,3% registrado en 2019.

Sin embargo, comienzan a surgir nuevas experiencias organizativas en sectores no tradicionales, como los trabajadores de plataformas digitales, programadores y profesionales independientes, que podrían revitalizar el movimiento obrero si logran articularse con las estructuras sindicales existentes. Estas nuevas formaciones han logrado afiliar a más de 85.000 trabajadores en los últimos 18 meses, presentando modelos organizativos innovadores que combinan la defensa de derechos tradicionales con demandas específicas de la economía digital, como la portabilidad de calificaciones, transparencia algorítmica y derecho a la desconexión.

La oposición y el desafío de construir una alternativa

A dos años y medio del gobierno libertario, las fuerzas políticas opositoras continúan fragmentadas, sin lograr construir una propuesta programática clara que interpele a los sectores populares y a la clase media empobrecida. La oposición se debate entre la resistencia a las políticas de ajuste y la dificultad para elaborar un proyecto alternativo que responda a los desafíos de la economía del siglo XXI sin renunciar a la justicia social.

El campo nacional y popular necesita urgentemente superar las diferencias internas, modernizar su discurso y prácticas, y construir una alternativa viable que combine desarrollo productivo, inclusión social y sostenibilidad ambiental. La experiencia reciente demuestra que las divisiones internas solo benefician a quienes impulsan un modelo de concentración económica y exclusión social.

Un llamado a la renovación y unidad

Este Primero de Mayo de 2025 debiera convertirse en un punto de inflexión. Es momento de recuperar la mística del movimiento obrero organizado, adaptándola a las nuevas realidades del mundo del trabajo. Necesitamos construir un frente amplio que articule a todas las expresiones políticas, sindicales y sociales que defienden un modelo de país con crecimiento, desarrollo con trabajo e inclusión.

Debemos elaborar propuestas concretas para los problemas de nuestro tiempo: la transición energética, la revolución tecnológica, la crisis climática y la concentración del ingreso. No alcanza con la nostalgia de las conquistas del pasado; es imperativo imaginar y construir nuevos derechos para los trabajadores del siglo XXI.

Conclusión: recuperar el horizonte de la justicia social

Debemos «Volver a Perón» no como un ejercicio de nostalgia, sino como recuperación de su pragmatismo transformador y su capacidad para adaptar la doctrina justicialista a las circunstancias cambiantes de cada época. La potencialidad transformadora de la lucha obrera sigue siendo una herramienta fundamental para aproximarnos al ideal de la Justicia Social, hoy aparentemente lejano pero no inalcanzable.

Como nos enseñó el General: «La única verdad es la realidad» y «Primero la Patria, luego el Movimiento y después los Hombres».

En este Primero de Mayo, la conmemoración histórica y la defensa de lo conquistado deben complementarse con la capacidad de imaginar y construir nuevos horizontes. El movimiento obrero argentino ha demostrado a lo largo de su historia una extraordinaria capacidad de resiliencia y renovación. Ese espíritu es el que debemos recuperar para enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro donde el trabajo vuelva a ser fuente de dignidad y bienestar para todos los argentinos.

Oscar Cuartango
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