
Lilita Carrió en campaña sin saber por qué ni para quién
Por Alejandro C. Tarruella
Luego de ser rechazada por Mauricio Macri en su intento de acercarse al PRO, Lilita Carrió hizo campaña en la localidad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. En su recorrida, Carrió aludió al frente FA-UNEN. «Es necesaria una concertación más amplia» para que «la sociedad decida a qué líder entrega su confianza para reinventar la Argentina republicana», deslizó sin ruborizarse Elisa Carrió regresando a su propuesta de que el FA-UNEN tiene que unir otras fuerzas políticas para fortalecerse con vista a las elecciones.
No pudo evitar aludir el fracaso que tuvo al intentar, sin suerte, inmiscuirse en la interna del PRO para ser candidata a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces ensayó: «hay que salvar el barco de la Argentina y no el personal o el de los partidos. Hay que llegar a la República y salvarla del Partido Justicialista, no del peronismo». En su habitual tono apocalíptico, que guarda resabios de su alistamiento con la dictadura militar cuando fue miembro de la justicia en el Chaco, insistió en decir que «esta estrategia a nivel nacional es poder juntar a más del 50 por ciento de argentinos que no es del PJ». Y a paso seguido castigó a dirigentes de FA-UNEN como si estuviera en un espacio que, en realidad, la rechaza: “Los que nos plantean sólo UNEN pareciera ser que tienen acuerdos por abajo con sectores del PJ», los acusó. Fue Humberto Tumini, referente de Libres del Sur quien criticó que Carrió proponga que «para salvar la República es indispensable un acuerdo de UNEN con Pro». Tumini castigó al plantear que Lilita tiene «nula autoridad para opinar» por haber abandonado la alianza «con actitudes agresivas y soberbias». Aseguró que «pretende llevar a las fuerzas progresistas de UNEN de furgón de cola de una de las opciones de la derecha». Si Carrió descarriló al irse para luego expresarse como si regresara, Tumini se desliza sobre la falsa idea de que el frente representa a una opción de izquierda cuando apenas si es una sencilla huida de la realidad a bordo de una ilusión.
A poco de llegar a 25 de Mayo, Lilita anunció que se presentará como precandidata a Presidenta solo «si hay una unidad» con Mauricio Macri y que pretende que la Coalición Cívica logre un acuerdo con la fracción de la UCR cuyo jefe es Ernesto Sanz y el PRO. Un dato que solo es avalado por la filosofía del absurdo, sostiene que los caminos humanos para encontrar el significado absoluto, existentes en el universo, fracasarán estrepitosamente porque el hombre se encontrará que no existe ese significado. Por lo tanto, el absurdo, se analiza, puede conducir al escepticismo en la existencia. En el caso de Carrío, el escepticismo baña la existencia de quienes alguna pues pudieron adherirse a sus planteos corporativos. El absurdo, en cambio, es ella misma.
La evidente disolución de esa opción cuando Hermes Binner lanza su candidatura presidencial veraniega junto a un grupo de estudiantes socialistas, y Lilita va a La Pampa a desahogar sus frases insolentes, es un lamento triste que deja sonreír.