
La opinión de Cuartango| Macri y su gobierno vulneran los Derechos Humanos
El fin de semana pasado, junto Raúl Ferrara y representando a Grupo Descartes, -que tengo el honor de conducir-, nos trasladamos a la Provincia de Tierra del Fuego, para llevar a cabo una jornada de análisis sobre la reforma laboral que impulsa el gobierno y en ese marco, estuvimos en las ciudades de Río Grande y Ushuaia donde el domingo también participamos, acompañados por el Rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, en el acto conmemorativo del 43 aniversario del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976 culminando con la marcha de Malvinas, muy sentida por todos, pero de manera muy especial por los fueguinos.

En tiempos donde se ha intentado aplicar, la prisión domiciliaria y el dos por uno en el cómputo de la pena a los genocidas y en los que paralelamente en forma artera y mal intencionada se cuestionó el número “emblemático” de 30.000 desaparecidos, -como si unos miles más o menos modificaran la magnitud y crueldad del genocidio ferozmente ejecutado-, queremos recordar y honrar:
– A los 30.000 compañeros desaparecidos;
– Al presidente Raúl Alfonsín, de cuyo fallecimiento de cumplieron 10 años, creador de la CONADEP e impulsor del Juicio a las Juntas ;
– A los integrantes de la CONADEP que culminó con el libro “NUNCA MÁS”;
– A los jueces y fiscales del juicio a las Juntas Militares responsables del genocidio, y a quienes testificaron en el mismo, llevado a cabo cuando los represores aún conservaban una importante porción de poder de fuego;
– A Néstor Kirchner, por su compromiso con los derechos humanos graficado al disponer que el Comandante en Jefe del Ejército procediera públicamente a retirar el retrato del genocida Jorge Rafael Videla del Colegio Militar
– En la persona de Sara Cobacho, con quien tuviera el honor de integrar el gabinete de Daniel Scioli y de Estela Carlotto, con uno de cuyos hijos también integramos dicho gabinete, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que eludieron el emocionalmente fácil camino del revanchismo y la venganza y optaron dignamente por el camino de MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA.
En estos críticos momentos que atravesamos los argentinos, bueno es recordar que los Derechos Humanos reconocidos en nuestra Constitución Nacional e internacionalmente en tratados y convenios, se aplican a todos los seres humanos sin importar edad, género, raza, religión, ideas, nacionalidad. Cada persona tiene la misma dignidad y nadie puede estar excluido o discriminado del disfrute de sus derechos. Estos incluyen las garantías de preservación de la intimidad, la presunción de inocencia y la legítima defensa que se ven vulnerados cuando se difunden escuchas de conversaciones privadas, como se hiciera en nuestro país, que si se hicieron sin autorización judicial, son ilegales y constituyen un delito, y si se hicieron con previa autorización, su filtración y difusión mediática también constituye un delito.
Pero no sólo ese aspecto que contempla garantías constitucionales, sino, aún el más básico, preciso y esencial derecho a la alimentación. Todo ser humano tiene derecho a una alimentación adecuada y tiene el derecho fundamental a no padecer hambre, según las normas internacionales de derechos humanos. Los Estados tienen la obligación de respetar, proteger, promover, facilitar y materializar el derecho a la alimentación en condiciones de dignidad. Cuando una persona no pueda, por razones ajenas a su voluntad, proveer a su propio sustento, tiene el Estado la obligación de proporcionarle alimentación o los medios de adquirirla.
En nuestro país, la crítica situación económico-social en la que nos sumergió el Gobierno de Cambiemos, evidencia su costado más inadmisible: se dio a conocer esta semana el índice oficial de pobreza, que alcanza al 32% de la población de nuestro país. Un tercio de los habitantes es pobre.
Esto implica que se encuentra con necesidades básicas insatisfechas y se ve imposibilitado a ejercer su derecho a una vida digna y a los demás derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico
.La situación de pobreza implica una carencia y refiere a un estado de deterioro, a una situación de menoscabo que indica tanto una ausencia de elementos esenciales para la subsistencia y el desarrollo personal como una insuficiencia de las herramientas necesarias para abandonar aquella posición, la imposibilidad de lograr condiciones de vida aptas para el ejercicio pleno de los derechos que le competen como ser humano.
Estas cifras, que simbolizan personas que sufren pobreza y exclusión, día a día, son inadmisibles para todos los que bregamos por la Justicia y la equidad sociales, y nos llaman a redoblar esfuerzos para restablecerla por el bien de todos los argentinos y las generaciones venideras.
En palabras del actual presidente: “…veníamos bien y pasaron cosas…” Lo que sucedió fue la toma del poder por parte de un grupo de CEOS indiferentes a las necesidades del pueblo y abocados a sus propios intereses empresariales particulares. La consecuencia: un tercio de la población sumida en la pobreza y la exclusión. Y quienes aún subsisten en condiciones aptas de subsistencia económica, perdiendo día su poder adquisitivo y empeorando sus condiciones de vida.
#HayOtroCamino y en el peronismo nos estamos uniendo con propuestas para transitarlo.