
Evo Morales asume tercer mandato
El presidente de Bolivia, Evo Morales, asumió el mando de los pueblos indígenas del país antiplánico en una ceremonia ancestral en las ruinas de Tiahuanaco, a 71 kilómetros al sudoeste de La Paz y cerca a la frontera con el Perú.
«No planteamos un retorno al pasado, sino una recuperación para incorporarla con la modernidad», dijo.
«Hacemos esta ceremonia en un lugar sagrado para agredecer a los hombres y mujeres que han entregado su vida por nosotros», dijo el mandatario.
A esta ceremonia acudió la primera vicepresidenta peruana, Marisol Espinoza.
Morales rindió homenaje, entre otros héroes, a Tupac Amaru y Micaela Bastidas; y dijo que escogió Tiahuanacu para celebrar su nuevo mandato por su valor simbólico para los pueblos indígenas y no indígenas y por ser un lugar de resistencia y de lucha.
“Hoy es un día de reafirmación de nuestra identidad, de nuestra revolución democrática cultural, y tiempos del Pachakuti (Pacha = equilibrio, Kuti = retorno). Es retorno al equilibrio, retorno a la igualdad”, manifestó el mandatario, de 56 años.
Tras una ceremonia de ‘limpia’ (purificación de alma y cuerpo), Morales fue vestido con una túnica de vicuña a los pies del monolito Bennett, una escultura de piedra de 7 metros de alto y 20 toneladas de peso que permanece en el museo lítico de Tiahuanacu.
El presidente Morales lució un unku (túnica andina) de vicuña con repujados en oro y plata del sol andino, tanto en la pechera como en el gorro de cuatro puntas llamado ch’uku.
Evo Morales también vistió un pantalón de bayeta (tejido de lana) de color blanco y wiskhu usuta (sandalias). El vestuario del primer presidente indígena de Bolivia fue confeccionado por artesanos de su país.
La ceremonia ancestral, de unos 55 minutos, fue acompañada por música andina y concluyó con la entrega de un bastón de mando a Evo Morales en la escalinata de la ‘Puerta del Sol’ del templo de Kalasasaya, sitio sagrado para los indígenas del occidente de Bolivia.