
Todas las libertades, menos la sindical: El pseudo progresismo a lo Starbucks en EEUU
Trabajadores y trabajadoras se organizan por sus derechos laborales
La siempre comprometida empresa con responsabilidad social de la que hace gala en sus campañas publicitarias alternativas, le ha nacido una semilla sindical con la que no está de acuerdo.
Así lo hacen saber los medios estadounidenses, asombrados del fenómeno tras cinco décadas en las que ninguna intencionalidad sindical asomaba por el imperio del capitalismo. Esperemos que la decisión colectiva no apunte al perfil que tiene gastronómicos en Argentina con un referente de derecha como Barrionuevo porque sino seguiría todo a la medida de las patronales.
En una histórica victoria de los trabajadores, los empleados de una cafetería de la cadena Starbucks en la ciudad de Búfalo, estado de Nueva York, votaron a favor de sindicalizarse. La cafetería de Búfalo, ubicada en el barrio de Elmwood, se convierte así en la primera tienda sindicalizada de Starbucks de las 9.000 que existen en Estados Unidos. Los trabajadores lanzaron gritos de entusiasmo cuando se anunciaron los resultados de la votación, que terminó con 19 votos a favor de formar un sindicato y ocho en contra. La campaña sindical y los intentos de la empresa Starbucks para frenar las aspiraciones de sindicalización de los trabajadores atrajeron la atención de todo el país y el apoyo de defensores de los derechos laborales, incluido el del senador Bernie Sanders. Lexi Rizzo, supervisora en la tienda recién sindicalizada, habló en un debate con votantes de Sanders a principios de esta semana.
Lexi Rizzo: “Todos los años veo cómo sube el precio del seguro y la cobertura médica. He visto cómo a algunas compañeras se les niega la licencia por maternidad porque simplemente no han acumulado las horas suficientes para ser elegibles. […]. No estoy de acuerdo con los que dicen que si no estamos satisfechos con las condiciones de trabajo en Starbucks, debemos irnos. Creo que cuando realmente amas algo, tratas de mejorarlo. Y eso es lo que estamos tratando de hacer con nuestra campaña sindical”.
Una votación sindical fracasó en otro local de Starbucks de la ciudad de Búfalo. Mientras tanto, aún no se han confirmado los resultados de una tercera elección que se llevó a cabo en una cafetería Starbucks ubicada en el aeropuerto de Búfalo, luego de que casi la mitad de los votos a favor de la sindicalización fueran cuestionados. La Junta Nacional de Relaciones Laborales será ahora la encargada de revisar esos votos.
Desde batalla cultural, respecto de la noticia, comentaron: «Cosecharás tu siembra, nunca mejor aplicado. Los empleados de esta cadena de cafecito para gente elegante (íbamos a decir “chetos”, pero hay mucha susceptibilidad hoy en día y no conviene) han decidido formar un sindicato.
Es la primera vez que esto pasa en los Estados Unidos y en los últimos 50 años. Y es justo, por supuesto, el trabajador debe organizarse para tener entidad frente a la patronal y el sindicato es esa forma de organización»
«Ahora bien, aquí lo verdaderamente notable es lo que decíamos al comienzo: uno cosecha lo que siembra. La malversación de la ideología nunca es gratis, siempre viene con cola. Y este es el caso de Starbucks.
Starbucks es una corporación que cotiza en bolsa de valores y como casi todas las demás corporaciones del mundo tiene como accionistas mayoritarios los siguientes tres fondos buitres, dichos “de inversión”: The Vanguard Group, BlackRock y State Street.
Los que vengan siguiendo nuestras publicaciones se van a acordar»
«El caso es que en Starbucks esos fondos buitre hacen la malversación ideológica antes mentada: indigenismo, racismo, sexismo o ideología de género, asuntos de “gay friendly”, todo. No hay bandera dicha progresista que no flamee en los locales de Starbucks y en sus piezas publicitarias.
Al igual que en todas las corporaciones, claro, porque todas son de The Vanguard Group, de BlackRock y de State Street y el modus operandi es siempre el mismo. Todo muy progresista, pero si los trabajadores quieren organizarse… ah, no, eso no.
¿Se ve? Todo llega. Todo, incluso la caída de la careta de las corporaciones progresistas. Algún día entenderemos eso mismo, que el progresismo occidental es la rebeldía en todo, menos en cuestiones de pesos y centavos. Esto es, no es la rebeldía para nada.
El progresismo occidental es humo, es un ídolo con los pies de barro»
Fuente: Batalla Cultural y DemocracyNow