Marco Teruggi, primo de la nieta apropiada Clara Anahí Mariani, subió video a la web
«Soy Marco Teruggi, uno de los tantos primos que tenés, te quieren y te esperan», se presenta el joven en el video filmado desde Venezuela y titulado «La Plata busca a Clara Anahí».
El joven cuenta que el 24 de marzo último, en las principales ciudades del país se movilizaron para decir «que no olvidan, que quieren más justicia» y le explica que en esas marchas está también su foto «donde estás sentada con una sonrisa grande, con ojos negros como dos soles».
«Tres meses estuviste con tu papá, tu mamá, tus abuelos, tres meses donde una familia fue feliz, felicidad que nos quitaron el 24 de noviembre de 1976, cuando la dictadura genocida atacó la casa», cuenta Teruggi en el video, en alusión al ataque que sufrió la casa familiar de la beba, donde mataron a su madre Diana Teruggi y se llevaron a la niña.
Teruggi remarca que «el enemigo te secuestró como botín de guerra y desde entonces te buscamos».
Explica que María Isabel Chorobick de Mariani, más conocida como Chicha, abuela paterna de Clara Anahí, «movió cielo y tierra» y que esa búsqueda «es la búsqueda de un pueblo».
«Queremos acompañarte, escuchar lo que tenés que decir, abrazarte, porque te necesitamos, como necesitamos a todos los chicos que fueron apropiados», sostiene en el video.
Destaca que «recuperar tu abrazo es recuperarnos a nosotros como historia, como pueblo» y luego lee una poesía escrita por él para la madre de la nena, Diana Teruggi.
El 24 de noviembre de 1976 fuerzas militares y policiales atacaron la vivienda de Diana Teruggi y Daniel Mariani, ubicada en las calles 30 entre 55 y 56 de La Plata.
En el lugar fueron asesinados Diana Teruggi y cuatro compañeros de militancia: Juan Carlos Peiris, Daniel Mendiburu Elicabe, Roberto Porfirio y Alberto Bossio.
Diana fue acribillada por la espalda y cayó cubriendo con su cuerpo a su pequeña hija Clara Anahí, que fue secuestrada por los represores y hasta el momento no pudo ser recuperada. Daniel Mariani no estaba en la propiedad al momento del ataque, pero fue asesinado en agosto de 1977.
En la casa, declarada Sitio de Memoria del Terrorismo de Estado, funcionaba una imprenta que publicaba la revista «Evita Montonera», donde se denunciaron por primera vez las desapariciones de personas, los «vuelos de la muerte» y la existencia de centros clandestinos de detención.
La propiedad exhibe en su frente varios orificios de bala que impactaron durante el ataque de las fuerzas conjuntas de la dictadura y un enorme boquete provocado por un proyectil de tanqueta que atravesó esa pared y otra del interior, revelando la saña empleada por los represores.(Telam)