
IOMA junto a las “Baldosas Blancas por la Memoria”
Este homenaje se llevó a cabo un 8 de octubre, porque fue el día, hace 38 años, que la dictadura secuestró a Inés de su casa.
Frente a nutrida concurrencia, la titular de la Subsecretaria municipal, Marta Vedio, destacó “el importante compromiso de IOMA para la reparación histórica de los desaparecidos”, en el marco de este proyecto conjunto de la ciudadanía “en el cual estamos llegando a 30 marcas colocadas en lugares emblemáticos de la ciudad”.
El máximo referente de la obra social Antonio La Scaleia dirigió un saludo muy especial a David Nillni, esposo de Inés, y a su hijo Sergio quien tenía sólo seis años cuando se llevaron a su mamá. Luego, padre e hijo tuvieron que irse del país para salvar sus vidas. “Este homenaje no supone una simple baldosa o un nombre. Es un reconocimiento pleno por la memoria –afirmó La Scaleia-, Inés fue capaz de dar todo por algo muy importante, lamentablemente ese compromiso lo pagó con la vida. Por pensar distinto la hicieron desaparecer”.
“Es un orgullo para nosotros como institución de salud seguir trabajando por la memoria y la identidad”, enfatizó el presidente de IOMA, detallando la “importancia de que el Estado haya dicho no al olvido. Es una decisión política muy importante. El mayor desafío de la época es pensar la memoria como acción presente”.
La Scaleia agradeció el gesto y el compromiso asumido por Marta Vedio en este significativo proyecto de las “Baldosas Blancas por la Memoria” y al intendente Pablo Bruera “por avalar la iniciativa”. También saludó por su acompañamiento al secretario de Derechos Humanos de UPCN José Luis Bono y a la delegada de ATE Luana Simioni.
En ese marco, el titular del instituto dirigió un afectuoso saludo a Adelina Alaye, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, quien permaneció a su lado durante la ceremonia.
A su turno, David, el marido de Inés, consignó que “hoy es un día importante porque también se están cumpliendo 38 años de la desaparición del Che Guevara que era el ideal de Inés” a la que rememoró como “una revolucionaria, una militante de la vida. No se dejaba doblegar, tenía mucha formación y conocimientos, fue una persona excelente, una madre excelente”.
“Este es el tercer acto, muy emotivo por cierto, en IOMA. Esta obra social en la que trabajó Inés siempre nos abre sus puertas. Primero se realizó una gigantografía para recordarla –en el marco de la muestra de Abuelas de Plaza de Mayo-. Luego llevaron adelante un acto en el que nos restituyeron su legajo como trabajadora del instituto, y que había querido destruir la dictadura, y finalmente hoy con este homenaje tan profundo de las Baldosas Blancas”, señaló David quien recibió el fervoroso aplauso de su hijo, junto a numerosos familiares y miembros de organizaciones y agrupaciones de derechos humanos.
Por su parte, Marta Ungaro, se definió como “compañera de militancia y de lucha”, habló de aquella mañana del 8 de octubre de 1976 cuando “un grupo de matones al servicio de la dictadura la arrancó de su casa”.
En el homenaje también estuvieron presentes el vicepresidente de IOMA Roberto Passo, el jefe de gabinete Daniel Burgos, los vocales del directorio Jorge Giordano, Patricia Nisembaum y Luis Pérez; los tres directores generales, el de Recursos Humanos, el director de Gestión Institucional y el jefe del departamento de Veteranos de Malvinas del IOMA, junto a representantes del Consejo Consultivo Gremial.
Inés María Pedemonte trabajaba en el IOMA, estudiaba veterinaria, participaba en el centro de estudiantes, tenía un hijo, un esposo, una vida. Sus compañeros de oficina, de facultad, de militancia la querían y respetaban.
El proyecto “Baldosas por la Memoria” fue aprobado en 2010 por el Concejo Deliberante mediante la ordenanza Nº 10.353, donde se destacaba que “la ciudad de La Plata ha sido una de las más castigadas por la dictadura cívico militar”.
En cada baldosa se leen los nombres de los desaparecidos, su fecha de secuestro y su pertenencia política. Se utiliza como módulo una baldosa similar a las que se emplean en las veredas de la ciudad y se distribuye de la forma más adecuada, usándose cinco baldosas a lo largo.
La cerámica es una obra de los artistas Florencia Thompson y Pablo Ungaro, que resultó seleccionada en convocatoria pública formulada por la Subsecretaría de Derechos Humanos, y por jurados representativos de los distintos organismos de la ciudad de La Plata.