Familias temen ser desalojadas en Boedo y han iniciando una guardia en el inmueble
«Aquí hay 37 familias y unos 60 chicos que quedarían sin escolaridad al no tener los padres un techo para vivir. Nos parece que este es un desalojo intempestivo, nosotros no somos gente de violencia, sólo queremos llegar a un acuerdo con el diálogo», destacó a Télam, Luis Roldán, delegado de las familias.
Unas 37 familias que, con sus 70 niños, viven desde hace 25 años en una casona del barrio porteño de Boedo, son los que se preparan para resistir el desalojo
Su reclamo sumó el apoyo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que se presentó ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil 46 para incorporarse en calidad de «Amicus Curiae» (amigo del Tribunal) a la causa.
«Estamos dispuestos a pagar un alquiler porque no queremos que nos regalen nada. Sabemos que esto no es nuestro, que tiene un dueño, pero queremos sentarnos a negociar para que no quedemos en la calle», afirmó Luis Roldán, delegado de los ocupantes de la casona de Avenida Pavón 4127.
Roldán explicó que la casona en cuestión fue ocupada por más de 100 personas sin techo después de permanecer algún tiempo vacía tras el cierre de un colegio de la colectividad judía que funcionaba allí.
Y si bien hasta el 2001 no recibieron reclamos de los propietarios del lugar, ese año los nuevos dueños iniciaron una causa por desalojo que ya produjo distintas órdenes de desocupación que fueron oportunamente frenadas por recursos de amparos como el que presentó esta mañana la Defensoría General de la Nación.
Pero si estas gestiones no prosperan, seguirá adelante el operativo de desalojo que está previsto.
La orden fue dictada por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N°46 a cargo del juez subrogante Fernando Pablo Christello, a partir de la causa iniciada por Pavón Plaza, la empresa propietaria.
Roldán explicó que lo único que les han ofrecido hasta ahora desde el gobierno porteño es «un subsidio de 1.800 pesos», pero «con esa plata nadie vive en ningún lado».
«Nosotros pagamos todos los servicios, incluso hemos pagado deudas que habían dejado y si no pagamos un alquiler es porque nunca tuvimos a nadie que nos dijera ‘por cada pieza pagan tanto'», aseguró Claudia Iriarte, que vive con su familia en la pieza 18.
La legisladora porteña del Frente para la Victoria Paula Penacca enfatizó desde el lugar que «detrás de la crisis habitacional hay personas, familias de carne y hueso que quedan expuestos» en situaciones como esta, «y que se resuelven con políticas públicas» acordes con el respeto al derecho a la vivienda digna consagrado por la constitución.
Su colega Pablo Ferreyra, de Seamos Libres, aseguró que «la intervención de la ciudad es fundamental en la mesa de diálogo y la responsabilidad política va a ser del PRO porque el titular del IVC, Iván Kerr, es uno de los candidatos en la lista del PRO que lleva a Michetti y a Larreta como jefe de Gobierno».
«El Gobierno de la Ciudad debiera estar dotado del presupuesto que requiere la complejidad de la problemática habitacional para poder asistir con una respuesta de fondo en términos habitacionales a estas 37 familias, pero lamentablemente, como venimos denunciando, se fueron vaciando las partidas», aseguró la legisladora del FPV Lorena Pokoik.