
El aluvión zoológico
Los que mandaban, ordenaron la detención del Coronel medio díscolo, que ya les estaba causando problemas. Creyeron que no pasaría nada. Sería una de las tantas detenciones que acostumbraban disponer.
Pero de pronto, apareció el aluvión zoológico. Eran los cabecitas negras, los descamisados, los “sinvergüenzas”, porque no tenían vergüenza de lavarse los pies en las fuentes de la plaza de Mayo.
Vinieron como en 1.810, al centro del puerto: “¡Queremos a Perón!”
Hoy 69 años después, venimos a reafirmar ese Pacto de lealtad. Lealtad de un pueblo con un proyecto nacional. El de Perón, el de Evita, el de Néstor y el que hoy conduce Cristina.
El 2003, encontró a nuestro país dominado, destruido, disgregado.
Por una parte la Pampa húmeda, la Argentina del centro, rica y extranjerizante, la que se había enriquecido a lo largo de décadas, pero que sentía una fuerte admiración hacia todo lo que veía de afuera, y una gran autodenigración de todo lo argentino, la que había depositado en el exterior, en los “países en serio”, sus ganancias de toda la historia. Se enriquecieron en la Argentina pero invertían sus ganancias en el exterior.
Por otro lado, las otras dos Argentinas: los pingüinos en el Sur, poblando la inhóspita Patagonia, y custodiando nuestros inmensos recursos petrolíferos y nuestra Soberanía, y los “hombres de piel marrón” en el Norte, destinados por el neoliberalismo a ser provincias productoras de chicos de 18 años para engrosar las villas miserias, servir de mano de obra barata, y en negro a las empresas, y de carne de cañón y fáciles presas de las bandas de delincuentes y narcotraficantes.
Entonces apareció Néstor. No dejó sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno, bajó el cuadro de la infamia, y convocó desde el amor a volver a construir la Patria Grande con que soñaron nuestros mayores, no sólo en Argentina sino en todo el continente.
Y vinieron las realizaciones: 11 años de crecimiento de la economía con inclusión social la mayor desde Perón; 6 millones de puestos de trabajo; 3 millones de nuevos jubilados; 3 millones 500 mil chicos amparados por la asignación universal y el derecho de la niñez. Miles de kilómetros de caminos; tendido de redes de energía; gasoductos; oleoductos; acueductos; obras de infraestructura energética: como Atucha II y Yaciretá; viviendas, escuelas; hospitales, que cimentaron la posibilidad de igualdad de oportunidades para todos los argentinos. Recuperamos YPF y Aerolíneas Argentinas; una política señera en materia de Derechos Humanos; repatriamos la deuda externa; obtuvimos una quita de 70 mil millones de dólares. Triplicamos el PBI; los ganaderos pagaron el total de sus deudas hipotecarias; los empresarios ganaron como nunca antes; desterramos la indigencia y disminuimos la pobreza y el desempleo a menos de un dígito. La movilidad jubilatoria y las convenciones colectivas amortizan año a año; la inflación de demanda producida por la gran inclusión social, pero también potenciada por las maniobras especulativas de las estructuras oligopólicas formadoras de precios de alimentos en la Argentina. La clase media creció de 10 a 20 millones de personas, repatriamos más de mil científicos, realizamos la mayor inversión en Ciencia y Tecnología desde Perón, cuya mayor realización es el envío del Arsat-1, primer satélite argentino, al espacio. Formamos parte del Consejo de Seguridad de la ONU, y de la Secretaría de Derechos Humanos del Organismo. Lideramos el reclamo de 124 países, más 40 abstenciones contra el Capitalismo Salvaje, en dicho marco – integramos el UNASUR, el MERCOSUR y el grupo de los 20.- Integramos el grupo de los 77 más china, y tenemos una Presidenta que no sólo es ya una líder Mundial, sino que es admirada por los premios nobel de Economía y por todos los dignatarios del mundo, por su coraje y por la solidez de sus argumentaciones, que no son otra cosa que la actualización de la doctrina de Perón y Evita.
Y todo esto lo hemos conseguido, luchando diariamente contra el Imperialismo, que hoy se manifiesta en todo el continente a través de la Sociedad Interamericana de Prensa, y su lacayo Magneto, que a partir de su poder de fuego mediático, ha construido un relato virtual, según el cual todas estas cosas no existieron o no tienen ningún valor, y estamos peor que en el 2003.
Y estamos luchando denodadamente, contra la inseguridad y el narcotráfico, flagelos universales, a los cuales no es ajena nuestra Patria, lucha en la cual Argentina, no está ubicada entre los países con peores indicativos.
Y además, la Humanidad tiene un Papa, que es latinoamericano, argentino y peronista.
A todo esto, desde mis 48 años de militancia, prometemos nuevamente un Juramento de lealtad: A la Doctrina Peronista, al Modelo Argentino de Proyecto Nacional, por Perón, por Evita, por Néstor, por Cristina y por todos los compañeros que murieron en la lucha por la liberación Nacional.
¡VIVA LA PATRIA!