

No caben dudas, que Zelenski fue y es un esbirro del imperialismo de EE. UU, los países europeos y la NATO. Es más, es un fascista y fue ungido por la poderosa fuerza fascista que anida en Ucrania. También, es un dictador autoritario que tiene sojuzgado a la parte del pueblo que no lo apoya y con su política de guerra y corrupción (lo denunció el propio Trump y ordeno que lo investigue Musk) ha provocado la destrucción de muchas partes de Ucrania, su economía y la muerte de decenas de miles de ucranianos entre soldados y civiles (https://www.dw.com/es/el-costo-humano-de-la-guerra-de-rusia-en-ucrania-en-gr%C3%A1ficos/a-71701434).
No voy a explayarme sobre el prontuario de Trump y la élite que conforma el complejo militar- industrial- que denunció Eisenhower en su discurso de despedida como presidente de EE.UU, ocurrido en 1961, alertando de este peligro para la libertad y el bienestar del pueblo norteamericano.
Sin embargo, en el caso de Zelenski, pese a tan funestos antecedentes que lo descalifican como político y ucraniano respecto del resto de su pueblo, ayer 28/02/2025, demostró coraje y dignidad en defender los intereses de Ucrania al pretender resistir que en el arreglo de EE.UU con Rusia se le debía reconocer al primero el 50% de las ganancias que produjera la explotación de la magnitud de los recursos naturales con que USA pretende despojar a aquel país – COMO PARTE DEL “ARREGLO”- en pago del “préstamo”, y no “ayuda” y “apoyo” como difundió durante tres años que lleva la guerra con Rusia.
“O haces un trato o estamos fuera”, afirmó Trump a Zelenski, en una aparente presión a firmar el acuerdo sobre minerales, según el cual Ucrania contribuiría con el 50% de “todos los ingresos obtenidos de la futura monetización de todos los activos de recursos naturales relevantes propiedad del gobierno ucraniano a un fondo de reconstrucción de propiedad conjunta y administrado por Washington y Kiev”. (https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20250228-o-haces-un-trato-o-estamos-fuera-trump-y-zelenski-chocan-en-inusual-discusi%C3%B3n-sobre-la-guerra-en-ucrania.
LA HISTORIA SE REPITE… COMO TRAGEDIA
La mención que hago en el título a Chamberlain guarda relación con lo sucedido en 1938, cuando ante el auge del nacional supremacismo alemán -nada tuvo de socialista, salvo el nombre-, y, de Hitler como su fhürer (líder) de ese movimiento que terminó mediante el terror y complicidad del rey y de las élites gobernantes quedándose con el gobierno, amenazaba y esgrimía como excusa de guerra el reclamo para Alemania de territorios en los que vivían alemanes fuera de Alemania y que estaban distribuidos en varios países, entre ellos Checoeslovaquia. (Esos territorios se los conoce por el nombre de los Sudetes).
“La Crisis de los Sudetes (en alemán Sudetenkrise) es el nombre dado a los sucesos que tuvieron lugar del 1 al 10 de octubre de 1938 en relación con los alemanes de los Sudetes (en alemán: «Sudetendeutsche»), es decir, alemanes étnicos que vivían en Bohemia, Moravia y Silesia oriental, donde componían la mayor parte de la población. Las raíces del conflicto comenzaron tras la Primera Guerra Mundial y el desmembramiento del Imperio austrohúngaro, cuando esas tierras fueron adjudicadas a Checoslovaquia (actualmente en la República Checa) por decisión de los países vencedores, con total independencia a la historia étnica del lugar. El 16 de marzo de 1939 se creó el Protectorado de Bohemia y Moravia” (Wikipedia).
“El 30 de septiembre de 1938, a través de los acuerdos de Múnich, las potencias Inglaterra, Francia e Italia reconocieron oficialmente que los Sudetes eran alemanes. Los documentos fueron firmados por Hitler, Mussolini, Chamberlain y Daladier, primer ministro francés, prometiendo además Alemania un plebiscito, que Chamberlain aceptó en un esfuerzo por evitar la guerra. Estos acuerdos indignaron a Checoslovaquia, que no había sido invitada a participar en ellos, y a la que solo se le comunicó el resultado” (Wikipedia).
A diferencia de Zelenski, Chamberlain, claudicó ante Hitler y esta política diplomática denominada de “apaciguamiento”, no sirvió para asegurar la paz, como también lo insinuaría ahora el acuerdo con Rusia, atento a la oposición de los países europeos al mismo y su apoyo a aquél.
Queda claro que no defiendo, ni justifico, a este personaje nefasto, pero rescato su conducta, EN ESTE ACTO, en defensa de los intereses de Ucrania, lo cual lo diferencia claramente de otros lacayos del poder imperial dominante que habitan en Argentina y otros lugares del planeta Tierra.