
Devastador terremoto en Turquía y Siria: 2300 muertos y 11 mil heridos
El sureste de Turquía y el norte Siria fueron zonas afectadas por un sismo de magnitud 7,8. Por el momento, más de 2.300 personas murieron y más de 10.000 resultaron heridas.
Se sintió a las 4.17 (23.17 hora argentina) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria. También se sintió también en el Líbano y Chipre, según periodistas de AFP.
El más importante en Turquía desde 1999
Según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el terremoto dejó en ese país al menos 1.498 muertos y unos 8.533 heridos y provocó el derrumbe de unos 2.834 edificios, lo que hace temer “un número aún mayor de víctimas”.
El cónsul argentino en Estambul, Diego Álvarez Rivera, afirmó a Télam Radio que por el momento no se registró ningún residente argentino víctima del sismo en Turquía y que todos los contactados del listado del Consulado “manifestaron estar en perfecto estado”.
En la lista de personas que quedaron bajo los escombros en territorio turco se encuentra el futbolista Christian Atsu, mediocampista de Hatayspor de la Superliga de Turquía y de la selección de Ghana.
Este sismo es el más importante en Turquía desde el terremoto del 17 de agosto de 1999, que causó 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
El potente terremoto causó al menos 810 muertos y más de 2.280 heridos, entre zonas bajo control del gobierno y las que están en mano de los rebeldes.
Los Cascos Blancos aseguraron que el número podría aumentar ya que “cientos de familias están bajo los escombros”. Asimismo, calificaron a la situación de “catastrófica” y llamaron a las organizaciones humanitarias internacionales a “intervenir rápidamente” para ayudar a la población local.
Hubo derrumbes de viviendas en varias ciudades, entre ellas Alepo (norte), segunda urbe de Siria, además de Hama (centro) y en Lataquia y Tartus, en la costa mediterránea.
Por seguridad, se cortó el gas en toda la zona, por las réplicas y por temores a que se produjeran explosiones.