Llega Obama ante multitudes disconformes que repudian su presencia
El premio Nobel de la Paz llega al país luego de su histórica visita a Cuba, rompiendo así con una veda que ha durado cien años desde la última visita de un mandatario del imperio del norte a la isla.
Por Ignacio Campos, director de InfoBaires24
Apenas transcurridos los primeros cien días del gobierno de derecha liberal, Mauricio Macri se da el placer de recibir en nuestro país, al mandatario del norte, quién debido a los recientes atentados en Bélgica, será custodiado con medidas de seguridad sin precedentes.
El Papa Francisco, nativo de estas tierras, se niega a visitarnos en buena medida contrariado por las políticas instaladas desde Cambiemos, pero en cambio, Obama llega como el patrón de la estancia. Ambos datos son en sí mismos toda una definición política y muestran a las claras el rumbo indeclinable de entrega de nuestra soberanía que está dispuesto a llevar adelante Macri.
El líder del PRO está empeñado en mancillar y enlodar todo símbolo que refiera al periodo anterior de gobierno, así como todas las políticas de inclusión que fueran conquistadas a lo largo de doce años. Por caso invitará a una enorme cena a Obama en el mismísimo CCK, que a priori, según argumentos del ministro Lombardi, carece de habilitación para su normal funcionamiento.
Pero el mejor regalo que se le ofrendará a tan ilustre visitante será la entrega definitiva de nuestra soberanía económica a las manos de los fondos buitres, ya que ha sido aprobada en comisión dicha entrega y será tratada en el recinto del Senado, la semana entrante con numero seguro para su aprobación, contando para ello con la complicidad en este acto de saqueo, de senadores integrantes del Frente para la Victoria.
La política del apriete ha llegado con éxito evidente a las puertas de las gobernaciones de todo el país, chequera mata convicciones débiles podríamos decir.
Para repudiar la presencia de Obama, se han programado innumerables actos a lo largo y ancho del país.
En declaraciones recientes, el Alcalde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se despachó con una frase que quedará en los anales de la política miserable, “Durante 48 horas, la Argentina es territorio de los Estados Unidos».
Todo esto ocurre mientras los legisladores del FPV, se mantienen dentro de una quietud que exaspera a la casi totalidad de los votantes de este sector, quienes ven cómo se va por la alcantarilla que conduce a la miseria, todo aquello que había conquistado el Kirchnerismo y que consiguieran, no mágicamente, reconciliar a una gran parte de los argentinos con la política.
