La UCR no quiere consenso con el gobierno nacional
«Nosotros ya anticipamos nuestra decisión. No creemos que sea la oportunidad para buscar consensos», aseguró el senador Gerardo Morales, quien blanqueó de esta manera la intención de su partido, la Unión Cívica Radical, de cara a una discusión inevitable, como es la designación de un nuevo juez de la Corte Suprema tras la renuncia de Raúl Zaffaroni, quien dejará su cargo el 31 de diciembre.
«Con este gobierno no queremos trabajar ningún consenso en cuanto a la integración de la Corte. La posición nuestra (de la UCR) es trabajar el tema con el próximo gobierno», admitió el jujeño –que en 2015 buscará la gobernación de su provincia– en diálogo con Radio América.
Según el senador, el único consenso previsto por el radicalismo es con el resto de la oposición. «Esta es una posición que hemos tomado orgánicamente desde el radicalismo y que hemos anunciado, y diría que con esto hay consenso en el Senado en todas las fuerzas de la oposición», admitió. La misma línea había andado el titular de la UCR nacional, el senador y precandidato presidencial Ernesto Sanz, hace dos semanas, cuando advirtió que desde su partido «no» iban a avalar «cualquier postulación» encarada por el gobierno nacional.
Ante esta situación, la jueza y presidenta del colectivo Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, cuestionó la postura de Sanz porque «la elección no pasa por si a alguien le gusta o no un candidato», sino por lo que debe ser. «Si el Senado se niega a trabajar en este sentido, estaría incumpliendo con sus deberes de funcionario público», advirtió en Radio 10.
La referencia tiene que ver con el decreto 222, que –como publicó en su edición de ayer Tiempo Argentino– en su artículo cuatro establece que «producida una vacante, en un plazo máximo de 30 días, se publicará en el Boletín Oficial y en por lo menos dos diarios de circulación nacional, durante tres días, el nombre y los antecedentes curriculares» del candidato. El pliego que pase la instancia abierta de apoyos y objeciones será enviado al Senado, que para su aprobación deberá contar con los votos positivos de dos tercios de los miembros presentes en la Cámara Alta.
Luego de la modificación de la Ley 26.183 aprobada por el Congreso en 2006, la cantidad máxima de miembros de la Corte Suprema se redujo a cinco. Tras la muerte de los magistrados Carmen Argibay y de Enrique Petracchi se llegó a esa cantidad; la salida de Zaffaroni producirá, entonces, la primera vacante.
«Tenemos una ley vigente que implica la integración con cinco miembros, por lo que el procedimiento de elección de jueces se circunscribe a esta ley», explicó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, semanas atrás.
Si bien el viceministro de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, admitió que existía la posibilidad de abrir la discusión para volver a ampliar el número de jueces, no hubo ninguna propuesta formal para llevarlo a cabo, aunque sí cierres de filas –tal lo que sucede con la UCR, que se niega siquiera a debatir sobre el futuro remplazante de Zaffaroni– y algunas voces a favor. Es el caso del ex ministro de Justicia León Arslanian, quien consideró que «se podría ampliar el número de miembros de la Corte tal vez a nueve», con lo que –según él– se puede «ganar en eficacia». «Creo que la mayor cantidad de votos enriquece el debate y mejora las ideas», agregó Arslanian.
