
Juan Carlos Díaz Roig: «No estamos solos contra todos»
«En cada sesión de la Cámara de Diputados, en los diez años que participo en ella, siempre los medios explicaban que estábamos solos contra todas las manifestaciones de la oposición. Las de derecha y las de izquierda.
Solos, votamos las dos leyes de mayor trascendencia económica: el desendeudamiento del FMI y la recuperación de los fondos de las AFJP. Nunca bajaron a darnos quórum. Siempre votaron en contra, hasta de sus propios proyectos.
Votaron en contra de todo: de recuperar YPF (la que fundó Irigoyen), de Aerolíneas Argentinas, de la defensa contra los fondos buitres, de recuperar la fragata Libertad, de recuperar el agua (AYSA), de fabricar satélites (ARSAT), de la resolución que transformó en ley la Asignación Universal por Hijo (AUH), de la ley de movilidad jubilatoria, de la ley de financiamiento educativo, que aplicaba el 6 % del PBI a Educación (caso curioso, porque propusieron más de cien reformas en el articulado, que se las aceptamos, pero igual votaron en contra), de todas las leyes que crearon nuevas Universidades Nacionales, de la reforma de la Side, de la sala de 4 años. Particularmente votaron en contra de todos los presupuestos, y un año que obtuvieron mayoría, dejaron al Poder ejecutivo sin presupuesto.
Dice Massa que va a implementar el mayor plan de infraestructura de la Historia, si llega a Presidente. Por lo pronto, ya se está ejecutando el mayor plan de infraestructura de la Historia Argentina, desde el plan quinquenal de Perón, y en todos los presupuestos votaron en contra.
Votaron en contra de todas las Rutas Nacionales. De todas las Autopistas, de Yacyretá, de Atucha I,II y III. En contra de todas la inversiones en Ferrocarril, en contra de todas las inversiones en puertos, en contra de todas las 2 mil escuelas construidas, y 7 mil refaccionadas, en contra de todos los hospitales de alta complejidad, en contra de las 19 vacunas obligatorias, en contra de las represas de Santa Cruz, en contra de todas las obras de saneamiento, especialmente en contra de la obra del Riachuelo, votaron en contra de la reactivación del astillero de Río Santiago, votaron en contra del PROCREAR, que construye 400 mil casas (y ahora promete un millón de viviendas); en contra de las redes de interconexión energética y de fibra óptica, votaron en contra de que se reactiven los talleres de Fuerza Aérea, votaron en contra de la autopista Córdoba-Rosario, y de la Auopista del Mercosur, Entre Ríos-Corrientes, y Santa Fé Clorinda-Paraguay. Votaron en contra de la democratización de la Justicia.
Y ahora prometen estas mismas cosas.
Por si fuera poco, quisieron endiosar a Nisman, paradigma de los fiscales y jueces opositores al gobierno, a quien osaron comparar con San Martín.
Dejaron impunes el soborno del Senado por la ley Banelco, y la estafa del megacanje y el blindaje, que significó un robo de 65 mil millones de dólares que tuvimos que pagar en doce años todos los argentinos.
Quieren que paguemos el 100 % de una deuda usuraria, y todo lo que decida un juez que defiende a los usureros como ellos.
Ahora, a través de una cena multimillonaria, los mismos empresarios que evaden el fisco, que depositan en el exterior miles de millones de dólares, afirman que les van a financiar la campaña. Obvio, la contraprestación va a ser la impunidad. Son los empresarios como Roca, que dicen que hay que bajar los sueldos de los trabajadores argentinos, porque son los más altos de América Latina, son los empresarios que se regodean con el concepto de la Responsabilidad Social Empresaria.
La principal responsabilidad social empresaria es: pagar los salarios de ley, y no en negro: reinvertir las ganancias, pagar los impuestos, no las cenas de los candidatos y, sobre todo, no sacar el dinero del país que los enriqueció.
Macri afirma que hay que arancelar la universidad y la educación, que hay que pagar todo lo que Griesa falla, que hay que convencer a los trabajadores que deben bajar sus sueldos, que van a venir inversores privados a los que les vamos a dar estímulos (es decir, que no paguen impuestos, precariedad laboral, repatriación de las ganancias sin obligación de reinvertir en el país, y por último, garantía de que podrán retirar sus capitales cuando les plazca), que va a liberar el cepo en un día, el 11 de diciembre, que va a devaluar la moneda (con lo cual todos los salarios perderán poder adquisitivo), que va a suspender las retenciones, y que endeudará al país, seguramente en 200 o 300 mil millones de dólares, para que generaciones futuras también hipotequen su destino.
Lilita y Sanz consiguieron su objetivo. El mandato de Magneto: unir la oposición. Pero no a través de un proyecto, porque como aclaró Macri, el que gane va a hacer lo que quiera, sino por el antiperonismo.
Dicen, como en la Cámara de Diputados, que en las próximas elecciones, estaremos solos contra todos. Pero hay un matiz que los medios no encuestan: estaremos con los humildes de la Patria a quienes hemos dignificado, estaremos con los trabajadores, que recuperaron sus trabajos, con los jubilados que son conscientes de lo que Néstor y Cristina les han dado, con los beneficiarios de la AUH, con los empresarios nacionales, con las pymes, con los productores primarios pequeños y medianos, con los profesionales, con los científicos, con las iglesias, la iglesia de Francisco, no la de quienes desde ella fomentaron la impunidad de la dictadura, con los intendentes y gobernadores que saben cómo este gobierno transformó sus territorios, con las organizaciones de género, con los movimientos sociales, con los partidos aliados, con los hombres y mujeres de la cultura, con los integrantes de los medios de comunicación que buscan la verdad, con los deportistas profesionales y amateurs, con los hinchas que quieren fútbol para todos, y no fútbol para pocos, con los enfermos y sus familiares, que quieren salud para todos y no salud para pocos, con los que luchan desde las bases contra los flagelos de la drogadicción y la delincuencia, con quienes creen que no se trata de erradicar las villas miserias, sino que lo que hay que erradicar es la miseria, y urbanizar las villas. Estaremos con todos los integrantes del campo nacional y popular.
Así como en la Cámara de Diputados, pese a esa aparente soledad mediática, pudimos sancionar las leyes fundamentales para otorgar y ampliar derechos al pueblo, en las próximas elecciones también sabremos hacer lo que se necesita para profundizar las conquistas. No estaremos solos en las próximas elecciones.
Y sobre todo, estaremos con el amor, con la justicia, con la verdad; y nos acompañaran Perón, Evita, Néstor y todos los que murieron desde el origen de nuestra Patria, por la liberación nacional y social».