
Jonatan Konfino: “El estado no está garantizando la calidad alimentaria”
El médico sanitarista de la Fundación Soberanía Sanitaria afirmó que el deterioro de la calidad nutricional y la obesidad son dos caras de la misma moneda neoliberal. El consumo de leche disminuyó seis litros por persona durante 2016 y 2017 y casi se desactivó el programa Precios Cuidados: “Se está poniendo en riesgo el derecho a la alimentación y a la salud”.
Por Hugo Gulman

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el estado es responsable de garantizar la ‘seguridad alimentaria’, a la que se define como el acceso del pueblo a alimentos de buena calidad nutricional, en el momento oportuno y de las formas culturalmente aceptables.
Para Jonatan Konfino, como fruto de la pérdida del poder adquisitivo y el aumento descontrolado de los precios, está puesto en jaque el derecho a la alimentación y a la salud, ya que al bajar la calidad, crecen la anemia y la obesidad. “Los sectores más vulnerables tienen cifras más altas de obesidad, se enferman más y hacia allí el Estado debería dirigir sus políticas”.
-¿Qué deficiencias encuentran y cuáles son los datos más destacados con respecto a la alimentación de los chicos en Argentina?
Konfino: Hay un doble discurso permanente: desde lo discursivo se preocupan por la obesidad infantil, inclusive en CABA implementaron el ‘Chau, panera’ con el que intentan reducir el contenido de hidratos de carbono. Pero, por otro lado, fue la estrategia utilizada para reducir la calidad y el contenido de las viandas escolares.
El especialista indicó que si bien los hidratos son importantes y necesarios, lo que se propone es una dieta balanceada. “De cada plato la mitad deberían ser vegetales, un cuatro de hidratos de carbono y el otro cuarto, proteínas, carnes rojas o blancas o pescado o cereales, ese es el balance a conseguir”, expresó.
En una entrevista a Horas Extras, que se emite los sábados a las 12 en Radio Rebelde, el sanitarista resaltó cómo ha bajado la variedad de proteínas, carnes blancas y rojas, frutas y verduras contenidas en el programa Precios Cuidados (ver recuadro). Plantea que el enunciado del gobierno no tiene correlato con la realidad porque a las familias les cuesta cada vez más acceder a carnes, frutas y verduras y crecieron considerablemente los casos de personas que no pueden hacer todas las comidas y se están llenando con productos poco nutritivos que no son suficientes y no es solamente comer una papa, sino que el alimento sea el adecuado para el crecimiento: “Es muy poco lo que se hace desde el estado para asegurar la calidad alimentaria”, lamenta.
-¿Se redujo la calidad de la alimentación en las escuelas?
Konfino: En las escuelas hay dos grandes problemas: por un lado el cupo sobre el cual se basan para hacer las viandas se ve permanentemente sobrepasado, falta comida y las raciones cada vez son más pequeñas. Por otro lado, cuando le dijeron chau a las paneras también le dijeron chau a las cantidades y a la calidad de muchos platos, por lo cual hoy los chicos en la escuela acceden a una alimentación mucho peor que antes.
Otro tema que abordó el referente de Soberanía Sanitaria es el de los lácteos. El consumo de leche disminuyó seis litros por persona durante 2016 y 2017. La pirámide recomienda una alimentación con lácteos, proteínas y cereales y la realidad es que cuesta cada vez más acceder a eso. “La gente no se enferma por casualidad. Mucho se juega en las condiciones sociales, cómo nos alimentamos y cómo vivimos. Se está poniendo en riesgo el derecho universal y esencial a la alimentación y el derecho a la salud”. resalta
En relación al programa de Precios Cuidados, Konfino destaca que se refleja la decisión política sobre qué alimentos se incorporan. “Es un programa que, como tantos otros, viene en retirada y vemos que tampoco se están cuidando los precios y los pocos que permanecen son cualitativamente peores”.
Para concluir, afirma que la Fundación realizó muchos estudios sobre la relación entre mala alimentación y enfermedades y “no sólo repercute en el bajo peso, hay mucha desnutrición aguda que genera menor talla”. Y también remarca el ‘contraejemplo’ de los doce años del gobierno anterior donde “fruto de las políticas económicas y sociales los niños han ganado en promedio un centímetro de talla”, según el Programa Sumar de atención primaria de la salud.
Konfino: Otra realidad es posible, fuimos testigos de otra realidad y de qué manera las políticas que mejoran la alimentación y el acceso a la salud repercuten positivamente.
Evolución de los precios cuidados
Uno de los gráficos que acompañan el trabajo realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria compara los productos que integraban el listado de precios cuidados de octubre de 2015 con el de mayo de 2018:
- Se mantienen las manzanas, pero no hay más peras, lechuga, tomate, ají, zanahoria y batata. Queda la papa.
- Entre las carnes, no se ofrecen más los cortes de tapa de asado, cuadrada, tapa de nalga ni pollo, pero queda la carne picada e incorporaron el espinazo, que no había en 2015.
- Ahora tampoco hay leche entera ni agua mineral.
- Pero ahora hay espinazo…