
Iron Mountain tiene un depósito en Lugano con pedido de clausura
La empresa Iron Moutain tiene en el barrio porteño de Villa Lugano un depósito de documentación frente a una escuela pública secundaria, que no reúne las condiciones de seguridad en caso de incendio, al igual que el edificio de Barracas que sufrió un siniestro declarado intencional por la Policía Federal y que ocasionó la muerte de 10 bomberos.
«Las características constructivas en Lugano no son las que corresponden a un depósito de documentos», aseguró el inspector.
El edificio, ubicado entre las calles Saraza, Piedrabuena y Cañada de Gómez tiene, de acuerdo a Castro, «estructuras de chapa que no resisten ni cinco minutos, y techos parabólicos con membrana de material altamente combustible».
El establecimiento, que no tiene ningún cartel que indique que ahí funciona un depósito de Iron Mountain, cuenta con paredes de chapa de plástico, techos con material inflamable, cables de media tensión que ingresan desde la calle en forma aérea -cuando en casi toda la ciudad se hace bajo tierra- y a una altura bastante baja, una instalación de gas precaria y tanques de agua para combatir un incendio que están a punto de romperse.
Enfrente de esta estructura sin condiciones de seguridad se erige la Escuela de Educación Media número 2, del Distrito Escolar 20, en Cañada de Gómez 3850.
Entre las innumerables fallas de seguridad que posee el depósito, Castro precisó que «debería tener la característica constructiva de material resistente al fuego», y subrayó que «acá se almacenan toneladas de papel, y esta construcción no cumple con la ley». Además destacó que «aunque el incendio sea menor, hay que tener en cuenta que hay una escuela enfrente», y aseguró que «todos los gases de combustión son tóxicos».
Castro remarcó que «el cableado ni siquiera respeta la altura reglamentaria», y evaluó que «si pasa un camión con un contenedor, lo derrumba».
«Las entradas del suministro eléctrico a la planta no cumplen con la reglamentación vigente», señaló el ingeniero, quien puntualizó que «no hay acceso para bomberos en caso de siniestro, los portones son trampas mortales sin salida de emergencia».
Además, destacó que «la instalación de gas es tan precaria que ni siguiera un aficionado la haría», y puso de relieve que «las ordenanzas dicen que los establecimientos deben estar identificados con su número de expediente de habilitación del gobierno porteño, para saber de qué se trata».
El inspector del gobierno insistió con que «la construcción no reúne las condiciones de seguridad que debería reunir un establecimiento que guarda material con cierto nivel de combustibilidad», y precisó que «la ley dice que tiene que haber una resistencia estructural de 180 minutos en caso de incendio» cuando «esto está hecho de chapas que son de plástico y no resisten absolutamente nada».
También sostuvo que «gran parte de la documentación retirada del galpón que Iron Moutain tenía en La Boca, desmantelado con la complicidad del gobierno porteño, vino a parar acá adentro, donde está desparramada en forma irregular en el interior de la planta, en condiciones de inseguridad muy importantes».
«Acá evidentemente tampoco se hacen los controles que deberían hacerse como consecuencia de lo que pasó en Barracas», concluyó el inspector.