
Fuertes críticas al gobernador de Río Negro por incentivar la matanza de pumas y zorros
Una fuerte polémica generó en la provincia de Río Negro, la disposición del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, de estimular la caza del Puma y el zorro en el ámbito provincial pagando por cada animal muerto, alcanzando los 3.000 pesos el pago a los propietarios de campos por cueros de puma cazados, y a 700 los de zorro.
Es el caso de la Asociación Pesca y Caza Nahuel Huapi, como institución señera por más de 60 años en las actividades de Caza y Pesca deportivas en la zona, que criticó profundamente el nuevo plan de control de especies.
El presidente de la entidad, Ricardo Picapietra, y el titular de la Subcomisión de Caza, José Mengolini, sostuvieron que lamentan “la situación de los propietarios de campos que ven reducidas sus majadas por la acción del puma” -razón que impulsó la medida oficial-, pero enfatizaron que “sabemos con certeza que existen otro tipo de controles y acciones. Ningún cazador que merezca ese título, se prestará a semejante acción depredatoria”.
Particularmente, los rionegrinos se refirieron al puma, el bello felino autóctono de todo el continente americano. Según manifestaron al diario El Cordillerano de Bariloche, ese animal “no debería ser cazado, sino que protegido como ocurre felizmente en los Parques Nacionales”.
En otro tramo de la nota, Picapietra y Mengolini apuntaron duramente contra los funcionarios provinciales al considerar una “contradicción” el hecho de que para la Provincia “el puma es una plaga a combatir que se incentiva monetariamente, y para Parques Nacionales es una especie autóctona a proteger”. “Habiendo lugares que la frontera entre ambas reparticiones es simplemente un alambrado, pobre puma el que está del lado equivocado del alambre”, agregaron.
“Sabemos que la mal llamada caza del puma estaba autorizada en el ámbito de la Provincia de Río Negro, pero esta incentivación es el colmo del atropello al resguardo de nuestra fauna autóctona”, consideraron y añadieron “esto, y llegar a cazar un huemul porque come renovales, o alguna gramínea plantada por el hombre, es casi lo mismo”.
Finalmente, desacreditaron el uso del vocablo “caza”, ya que entienden que se trata de “un arte venatorio, existente desde que el mundo es mundo, practicado de forma noble y leal, y que jamás se practica sobre una especie autóctona protegida como el puma”.
Una herramienta provisoria
El Ejecutivo justificó la medida sosteniendo que el control de especies perjudiciales es imprescindible para recuperar la ganadería ovina y se amparó en la ley 763 la cual prevé la lucha contra las poblaciones animales silvestres circunstancialmente perjudiciales para la ganadería y la agricultura, en una escala que evite los inconvenientes de la ruptura del equilibrio biológico.
En un comunicado oficial, el gobierno de Weretilneck sostuvo que el control de zorros colorados y pumas busca “dar respuesta a un fuerte reclamo efectuado desde hace años por los campesinos y pobladores de la Región Sur, que ven amenazada su subsistencia económica como consecuencia de la matanza de ovejas y chivas que provocan estos animales”.
Además, informó que “las medidas implementadas por la Provincia son herramientas provisorias, surgidas de la misma necesidad de la población afectada, que sirven para enfrentar un gran problema en la actualidad, mientras se trabaja en la búsqueda de alternativas que permitan un efectivo control mediante otros métodos, consensuados con la Secretaría de Medio Ambiente e instituciones intermedias”. (InfoGEI)