Edgardo Rovira: Con Macri, los DDHH son letras muertas
Vivimos un tiempo en que las declaraciones del Poder Ejecutivo y los hechos políticos que vive la sociedad avanzan por caminos opuestos. Mientras el presidente Mauricio Macri declara que Argentina “defiende” los Derechos Humanos, los hechos cotidianos demuestran lo contrario y así lo confirman Amnesty, CIDH, ONU, Human RightsWatch, CEDAW entre muchos otros organismos e instituciones internacionales que han denunciado la violación de los DDHH en nuestro país. Desde que asumió Macri hemos vuelto a escuchar las palabras: presos políticos, represión, abuso de autoridad, censura, razzia, persecución ideológica, habeas corpus y en la última semana, agregamos la más dura de todas:desaparición forzada de persona.
Es un hecho que la desaparición de personas es para la gran mayoría de los argentinos un trauma. Y para el resto del mundo, hablar de desaparecidos es hablar de Argentina. La prensa internacional escribe desaparecido en castellano, porque los desaparecidos y la picana cobran trascendencias gracias a los mismos apellidos que hoy gobiernan la Argentina.
En Argentina, la Comisión Iinteramericana de Derechos Humanos no había tenido que intervenir en detenciones políticas desde 1979, el año pasado debió hacerlo ante la denuncia de presos políticos en el país, ahora deberá hacer actuar de manera urgente al comité contra la desaparición forzada de Naciones Unidas, ante un caso que se dio la semana pasada en la Patagonia.
El martes 1° de agosto de 2017 alrededor de 100 efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina ingresaron de manera irregular y violenta al territorio de la comunidad mapucheLof de Cushamen. La Gendarmería disparó balas de plomo y de goma y quemó objetos de las familias que acampaban en el lugar a modo de protesta. Desde el momento de este operativo, se desconoce el paradero de Santiago Maldonado, un joven de 28 años que fue visto por última vez mientras era detenido, golpeado y subido a una camioneta blanca de Gendarmería. Santiago no aparece (por lo menos no hasta el momento de escribir estas líneas) y es un desaparecido más que hay que sumar a la larga lista de desaparecidos que tiene la historia argentina.
Como si volviéramos a los 70´, el hermano de Santiago, Sergio Maldonado dijo: “A mi hermano se lo llevó Gendarmería y ahora dicen que no lo tienen detenido en ningún lado”, falta que el presidente Mauricio Macri salga a decir, “está desaparecido, es una incógnita, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo”
Santiago había ido de visita a Chubut y se quedó a dormir en el acampe para expresar su apoyo a los mapuches que exigen la liberación de su dirigente Facundo Jones Huala, uno de los tantos presos políticos que hay hoy en la democracia de Macri, como ocurre con Milagro Sala en Jujuy.
Como si volviéramos a los 70´, el hermano de Santiago, Sergio Maldonado dijo: “A mi hermano se lo llevó Gendarmería y ahora dicen que no lo tienen detenido en ningún lado”, falta que el presidente Mauricio Macri salga a decir, “está desaparecido, es una incógnita, no tiene entidad, no está, ni muerto ni vivo” para reencarnar a Videla. Sergio además dijo, “Creemos que la situación es muy clara: a Santiago lo torturaron y lo descartaron o lo tienen encerrado y están esperando que las marcas de la violencia se pierdan para largarlo”.
El Estado Nacional debe fijar posición, señalar las hipótesis de investigación y qué medidas llevará adelante para encontrar con vida a Santiago. Hasta el lunes por la mañana, ni el Ministerio de Seguridad de la Nación, ni la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, ni la Jefatura de Gabinete de Ministros se habían expresado, pese a los requerimientos de familiares de Santiago, organismos de DDHH y representantes políticos de distintas fuerzas.El lunes la ministra Patricia Bullrich desligó a la Gendarmería de la desaparición y dijo que: “No tenemos indicios que [Santiago] haya estado en el lugar” y advirtió que desde la comunidad cushamen “obstaculizan” la búsqueda. Una actitud muy macrista la de no escuchar a los testigos, ni a los familiares, ni a los organismos de DDHH nacionales e internacionales.
El viernes pasado se presentó un hábeas corpus en Bariloche, Esquel y El Bolsón. Recién entonces, el juez Otranto empezó la búsqueda, después de 84 horas sin hacer nada. La Justicia, como ocurrió en los 70´vuelve a ser cómplice de la violación de DDHH, al retrasar investigaciones, o no avanzar en la misma para encontrar la verdad y tratar de salvar vidas que corren peligro por el abuso de poder de las Fuerzas de Seguridad.
El viernes pasado se presentó un hábeas corpus en Bariloche, Esquel y El Bolsón. Recién entonces, el juez Otranto empezó la búsqueda, después de 84 horas sin hacer nada. La Justicia, como ocurrió en los 70´vuelve a ser cómplice de la violación de DDHH
Mientras en el sur de la Argentina desaparecía Santiago, en el Norte, Milagro Sala sigue siendo una presa política y el gobernador Gerardo Morales sigue sin cumplir la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dispuso que el gobierno argentino debe liberar a la dirigente social. El mandatario jujeño no dudó en calificar al organismo de la OEA como una “facción de burócratas que vive en Washington” que “en definitiva lo que hacen es mirar desde allá cómodamente”.
El gobernador radical de Cambiemos, Morales, sugirió que “parece que tiene que haber un replanteo internacional sobre esta situación, sobre el rumbo que toma el sistema interamericano de derechos humanos”, al tiempo que aseguró que en la CIDH hay miembros con vínculo directo a “gobiernos populistas con eje en el chavismo y el kirchnerismo”, que “llevan adelante lineamientos en términos internacionales en función de ello”. Refiriéndose puntualmente al caso de Miagro Sala, afirmó: “La resolución es más una proclama política que algo que tenga que ver con verdaderos derechos”. Claramente el gobernador de Jujuy no sabe de garantías constitucionales o sí sabe, directamente las viola flagrantemente. Es que el gobernador Morales, es “derecho y humano”.
El empobrecimiento y la creciente desigualdad que vivimos los argentinos son, ante todo, una gravísima violación de los derechos humanos. Desde que asumió Macri al poder tenemos más de 3.000.000 nuevos pobres, listas negras de aquellas personas que denuncian inconstitucionalidad de alguna Ley o Decreto del presidente Macri, persecución a estudiantes secundarios y universitarios, represión a los trabajadores que piden por sus puestos de trabajo, intervención a sindicatos opositores, espionaje en redes sociales, robo de mails e imágenes de servidores, censura, presos políticos y ahora, desaparecidos. Todo en 20 meses de gobierno.
El empobrecimiento y la creciente desigualdad que vivimos los argentinos son, ante todo, una gravísima violación de los derechos humanos
Si la defensa y la promoción de los Derechos Humanos fuera uno de los grandes pilares de la acción de Macri como suele repetir en Foros y Congresos Internacionales, no se entiende que ponga el foco en la defensa del libre mercado, los intereses comerciales y las grandes tasas de ganancias de los empresarios y deje en segundo plano a la cooperación al desarrollo y, con ella, a las personas y sus derechos.Si dice defender los DDHH no puede seguir manteniendo en su cargo a Patricia Bullrich ni a los jefes de las Fuerzas de Seguridad. Si Macri defendiera los DDHH debería salir en conferencia de prensa muy preocupado por la detención-desaparición de Santiago, en verdad no lo hace. La desaparición de Santiago es parecida a la que se daban durante la Dictadura, cuando el Estado decía no saber nada y la Justicia decía no tener pruebas de los delitos de lesa humanidad cometidos por los Grupos de Tareas de las Fuerzas Armadas.