El acceso a los alimentos se ha tornado imposible en los últimos cuatro año en el país para cualquier habitante argentino con un sueldo mínimo vital y móvil y es algo imposible para aquellas personas que duermen en las calles y que no poseen ni siquiera una contención básica social para sobrevivir al hambre.
Mate cocido o mate cebado, el alimento de las familias más humildes en Argentina, registró en su principal ingrediente, la yerba, un 253% de aumento entre agosto de 2016 y el mismo mes del 2019.
Volverá aumentar a partir de octubre con un 10% según lo advierte Defensa de Usuarios y Consumidores -DEUCO- organización que relevó con respecto a la yerba mate, una suba superior al 94,4% a la inflación del período registrado en estos tres años de macrismo.
El INDEC se prepara para informar sobre el aumento de la pobreza antes de las elecciones generales en el país, con índices que marcan las subas en el costo de vida del 158,6% .
La producción yerbatera la está pasando mal, debido a que el tarafero -peón rural de la yerba- pasó de percibir en 2016 el 2,95% del valor de góndola de la yerba a un 1,37% en 2019.-
Este informe de DEUCO, expone que en agosto de 2016, el precio de la yerba mate en paquete de 500 gramos valía $27,34; número que aumentó en 2017 a $31,50 (15,2% más costoso); en 2018 a $45,96 (46%); y en 2019 a $85,78 (86%).
«Para obtener un kilo de yerba mate se necesitan tres kilos de yerba verde. Hasta el mes de agosto de 2019, el precio que pagaba la industria a los productores fue de $11,55 el kilo de yerba verde. De acuerdo a ello, producir un kilo de yerba tendría un costo de materia prima de $34,65, lo que equivale al 20,4% del valor en las góndolas», destacó el informe de DEUCO, el cual demostró, además, que el precio que se le paga a los productores ha incrementado en un porcentaje mucho menor al aumento del precio al consumidor, es decir, un 140,6% contra un 253%, respectivamente. Por ello, el precio del kilo de yerba mate que se abona en los supermercados supera «14,8 veces el precio que se le paga al productor», puesto que, mientras el productor se lleva $11,55, el precio en las góndolas es de $171,56.
Esto repercute en una baja en la participación de los precios pagados a los productores, de acuerdo al estudio, ya que pasó de 17,56%, en agosto de 2016, a 6,73%, en el mismo periodo de 2019.
