
River venció en su visita a Argentinos y quedó como uno de los cuatro punteros
Argentinos salió a esperar a River y atacar los espacios vacíos cuando la pelota no estaba en poder de los «millonarios», que llevaron la supremacía «logística» del juego.
Sin embargo el «millonario», que se puso en ventaja a los 32 minutos del primer tiempo por intermedio de Fernando Cavenaghi, en una acción muy protestada por la dirección técnica del local por aparente posición adelantada del goleador, no lo podía liquidar y en un arresto individual de Lautaro Rinaldi llegó a la paridad que no merecía antes del cuarto de hora del segundo período.
Pero acto seguido llegó la segunda conquista tras una definición de manual de Lucas Boyé, al que se le venía negando el gol en primera división (es el segundo que marca en la máxima categoría pero anota seguido en reserva).
Iban 20 minutos y en la jugada posterior se lució Marcelo Barovero al atajar un cabezazo frontal del uruguayo Federico Gallego. El arquero mostró todos sus recursos al rechazar abajo y arriba en la misma acción con notables reflejos.
Pero esta fue la última acción de riesgo que provocó el local hasta el final del partido, mientras que River pudo aumentar con algunos arribos grupales que no aterrizaron en la red de Argentinos por méritos de su arquero Luis Ojeda y también por impericia de sus atacantes.
Por eso fue justa la victoria de River, que venía de tres triunfos y un empate como visitante, mientras que Argentinos cortó una racha de dos igualdades y otras tantas victorias como local.