
El Gobernador de Jujuy, utiliza a sus alfiles norteños, para sacar de su cargo legítimo, al Intendente electo, que fuera votado por los vecinos y vecinas de La Quiaca.
Morales tiene en vilo a las instituciones jujeñas, incluidas las municipales que no se arrodillan ante él a rendir obsecuencia y pleitesía. Así es desde que asumió como Gobernador en la provincia. El mecanismo de asfixia política, siempre avanza sobre los derechos de sus contrincantes políticos, mediante la fuerte presencia de fuerzas de seguridad, síntoma que construye un escenario en donde el poder se concentra de sobremanera en manos del Ejecutivo, con rasgos autoritarios, para ejercer la conducción provincial llevándose todo puesto a su paso.
Así le sucede a La Quiaca, hermosa ciudad de nuestra Quebrada de Humahuaca gobernada por el intendente Blas Gallardo del Frente de todos. En una maniobra viciada por las peores prácticas políticas, sectores del radicalismo vinculados al gobernador y del partido del empresario Miguel Tito; pusieron en marcha un golpe institucional.

Fue la gente de Morales quien se aprovechó de la licencia médica del intendente para activar un plan desestabilizador, contando con la complicidad de Felisa Gregoria Nieve, Presidente del Concejo Deliberante quien actualmente funge como aliada de los intereses del gobernador y al asumir de modo interino la conducción municipal, se transformó en una pieza clave de la maniobra, amenazando con cesar en sus funciones a todo el gabinete del Ejecutivo, en contra de toda legalidad.

En declaraciones a la prensa, el intendente Blas Gallardo, describió la situación que vive la localidad norteña: “Estoy de licencia en mi cargo por problemas de salud y asumió en forma interina la Presidenta del Concejo, que es una edil aliada a sectores del radicalismo y de un ex intendente de nuestra localidad. Durante mi ausencia vulneró los derechos de funcionarios de mi gestión con amenazas, malos tratos, con acciones que atentan contra la democracia, removió a todo el gabinete y eso atenta contra la institucionalidad. Todos los funcionarios están atemorizados y efectuaron las denuncias correspondientes, esto sucede desde el mes de junio y estamos a 10 días de asunción de nuestros concejales que fueron electos en ese mes. Todo esto es muy confuso y además peligroso para la institucionalidad, es por eso que hacemos un llamado para alertar de esta situación”
Al cierre de esta nota el conflicto en La Quiaca no está aun resuelto, el intendente local junto con la comunidad quiaqueña reclaman el respeto a los principios de autonomía que obran en la Constitución vinculados al ámbito municipal y que rige para todo el país.
Se ha solicitado a las autoridades provinciales y nacionales arbitrar medidas legales y políticas que garanticen la continuidad democrática de la institución municipal y los recursos públicos de la ciudad puneña.