
Más chicos en las aulas durante 2014
El total cumplimiento de esta última norma supondrá la incorporación de unos 100.000 chicos de 4 años al sistema educativo, mientras que un millón y medio de jóvenes -los que componen el universo de potenciales beneficiarios de Progresar- están en condiciones de solicitar esta ayuda extra para poder incorporarse o permanecer en las aulas.
El Programa de Respaldo a los Estudiantes Argentinos (Progresar) fue creado a través de un decreto presidencial el 22 de enero de este año y en septiembre ya cobraban el beneficio 510.608 jóvenes, es decir, un tercio del total de los potenciales aspirantes.
«Yo quiero entrar en la escuela de policía pero para eso tengo que tener el secundario completo. Y cuando nació Sheila tuve que dejar de estudiar porque era muy chica y no la podía llevar al colegio. Ahora Progresar fue la ayuda para poder volver a estudiar», dijo la correntina Irma Giménez, de 20 años, una de las beneficiarias de la iniciativa.
«Estamos consolidando un sistema de seguridad social sin precedentes en nuestra historia», aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al anunciar la medida.
La mandataria explicó que el programa está destinado a «los hijos del neoliberalismo, esos chicos cuyos padres no tenían trabajo o lo perdieron, que no fueron educados en la cultura del trabajo y que necesitan de la presencia del Estado para salir adelante».
La puesta en marcha de este programa, que supone una inversión de 11.200 millones de pesos aportados por el Tesoro Nacional, permitirá reducir hasta en un 37,7 por ciento la desigualdad entre jóvenes de 18 a 24 años, según una investigación de científicos del Conicet.
En tanto, la obligatoriedad de la sala de 4 años fue sancionada por el Congreso el pasado 3 de diciembre, a partir de una iniciativa del Ejecutivo.
«Sabemos que no hay sociedades democráticas y libres sin educación: a esa educación tienen que tener acceso todos», remarcó la jefa de Estado al anunciar el proyecto.
Durante 109 años, entre 1884 y 1994, fueron de cursada obligatoria sólo los 7 años de primaria; posteriormente, con la sanción de la Ley Federal de Educación en 1993, la exigencia se extendió a 10 años: sala de 5 más los 9 años de Enseñanza General Básica (EGB).
La educación secundaria se hace por primera vez obligatoria en 2006, con la sanción de la Ley Nacional de Educación, que fijó la obligatoriedad en 13 años: sala de 5, 7 años de primaria y 5 años de secundaria.
Ahora, los artículos 18 y 19 de esta ley fueron modificados para hacer obligatoria también a la sala de 4 y establecer que se debe tender a la universalización de la sala de 3 años.
«Los cinco primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo infantil: estudios nacionales e internacionales nos demuestran que el estímulo y la atención que reciben los chicos en esta etapa influyen notablemente en el éxito de la trayectoria escolar», dijo el ministro Alberto Sileoni.
Según datos aportados por el Ministerio de Educación, en el 2001 había en el país 11.700 salas de 4, en el 2013 casi se duplicaron hasta 20.933 y las 21.800 que totalizarán en 2015 no alcanzarán para cubrir el 100 por ciento del universo, a lo cual «se llegará en uno o dos años», con la construcción de mil salas más.
Progresar y la decisión de ampliar en un año la escolaridad obligatoria se articulan con otras políticas de inclusión, como la Asignación Universal por Hijo, el programa Conectar Igualdad, el Plan Fines, la creación de 9 nuevas universidades nacionales y el aumento de la inversión educativa hasta alcanzar el 7,5% del PBI, el mayor de América Latina.