
LULA: “La existencia del hambre es una decisión política”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puso el foco en la falta de alimentación que padecen millones de personas alrededor del mundo y el crecimiento de la situación, resultado de dirigencias y sistemas económicos que “ignoran y, en algunos casos, promueven”.
A través de una publicación difundida este lunes, el mandatario brasileño realizó una extensa crítica hacia los mecanismos que optan por permitir o impulsar el hambre en la humanidad y se escudan en considerarla una “condición natural” o una “tragedia inevitable”.
“El mismo orden económico que niega a 673 millones de personas el acceso a una alimentación adecuada permite que un selecto grupo de 3.000 multimillonarios controle el 14,6 % del PIB global”, apuntó.

Un punto clave en lo referido al tema es lo acontecido en 2024, momento donde varios países impulsaron el gasto militar a 2,7 billones de dólares, llevándolo así a ser el mayor monto gastado desde el fin de la Guerra Fría. “Sin embargo, no cumplieron el compromiso que habían asumido de destinar el 0,7 % de su PIB en acciones concretas para promover el desarrollo en los países más pobres”.
En la actualidad, vemos situaciones similares a las de hace ochenta años, cuando se creó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Sin embargo, a diferencia de aquella época, ahora no solo tenemos las tragedias de la guerra y el hambre que se retroalimentan, sino también la urgente crisis climática. El acuerdo entre las naciones creado para resolver los desafíos de 1945 ya no responde a los problemas actuales.
Lula, al respecto, expuso la necesidad de reformar los mecanismos globales de gobernanza: fortalecer el multilateralismo; crear flujos de inversión que promuevan el desarrollo sostenible; garantizar que los Estados puedan implementar políticas públicas para hacerle frente al hambre y la pobreza.
“Es fundamental incluir a los pobres en el presupuesto público y a los más ricos en el impuesto de la renta”. En ese sentido, destacó el rol de la justicia fiscal y la tributación de los superricos.

“Defendemos esta práctica en todo el mundo y la hemos adoptado en Brasil. El Congreso brasileño está a punto de aprobar una reforma fiscal sustancial: por primera vez en el país, se aplicará un impuesto mínimo sobre la renta de las personas más ricas, y se eximirá del impuesto a millones de personas con salarios más bajos”, completó.
ALIANZA GLOBAL CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA
“Además, al frente del G20, Brasil propuso la creación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. Aunque es una iniciativa reciente, ya cuenta con 200 miembros: 103 países y 97 asociados, entre los que se encuentran fundaciones y organizaciones».
“Con la Alianza, queremos que los países tengan las capacidades necesarias para aplicar políticas que reduzcan eficazmente la desigualdad y garanticen el derecho a una alimentación adecuada. Políticas que den resultados rápidos, como los registrados en Brasil después de que, en 2023, eleváramos la lucha contra el hambre a la categoría de prioridad gubernamental”.
“Los datos oficiales publicados hace unos días muestran que hemos sacado del hambre a 26,5 millones de brasileños desde principios de 2023. Además, Brasil ha salido por segunda vez del Mapa del Hambre de la FAO en su informe sobre la inseguridad alimentaria en el mundo”.
RENTA FINANCIERA
“Hemos mejorado y ampliado nuestro principal mecanismo de transferencia de renta, que ahora llega a 20 millones de hogares, prestando especial atención a 8,5 millones de niños menores de 6 años”.
“Los cambios son urgentes, pero también posibles. Porque la humanidad, que ha creado el veneno del hambre contra sí misma, también es capaz de producir su antídoto”, finalizó Lula.
Basada en la nota de opinión publicada en Infobae.





