Opinión

Los payasos que asustan en las plazas son una mentira de la manipulación de medios

 

 

Por Alejandro C. Tarruella

 

En su edición del 23 de octubre, el diario digital español Público.es informa de “Dos hombres disfrazados de payasos asesinos en un parque temático han sembrado el pánico en los últimos días en el norte de Francia”. La información surge de un cable de la agencia estatal española, EFE. Y agrega la nota que “los vecinos de diferentes localidades han denunciado ante la Policía que distintos menores han sido acosados en las proximidades de centros escolares por esos misteriosos bufones”. Por lo visto, la información parte de generalidades que no incluyen identificar en primer lugar a personas o localidades donde se habría producido el suceso.

Público.es insiste al decir que “El viernes pasado, en Douvrin, un joven de 19 años fue detenido cuando llevaba un disfraz de payaso tras haber aterrorizado a un niño de 6 años al que habría amenazado con un palo de madera que el pequeño habría confundido con un arma, informó el semanario Paris Match. Un grupo de adolescentes intentaron dar caza al payaso, que se desmaquillaba en las proximidades, mientras que un vendedor ambulante local alertó a la Policía”. Recién ahora, avanzada la exposición se menciona una localidad pero surgen otras imprecisiones porque a paso seguido, se menciona: “El joven, conocido de la Policía por delitos menores, llevaba una pistola automática cargada con gas lacrimógeno y reconoció los hechos, aunque no los explicó. Hoy, lunes, fue juzgado de urgencia y condenado a seis meses de prisión exentos de cumplimiento y a 105 horas de trabajos comunitarios, informó la cadena de televisión BFM TV”. Sin embargo hay un dato clave: no aparece el nombre del payaso en cuestión. En periodismo, una de las leyes esenciales consiste en dar nombres, lugares, calles, etc. con precisión. Aquí hay varios payasos, varias localidades, una serie de amenazas, niños y personas atemorizadas y nadie sabe de quien se trata ni donde ocurren con precisión los hechos.

   Para desarrollar la amenaza, ya sabemos que es posible que estemos ante una información deliberada de creación de usinas de temor a nivel internacional, y no frente a hechos de suceso real. Entones, la información de EFE aporta datos de mayor imprecisión. Lo describen “otros jóvenes o adolescentes en los últimos días en localidades que se nombran para dar imprecisiones más amplias: se dice que es hay un “episodio similar al descrito por otros jóvenes o adolescentes en los últimos días en localidades como Douaisis, Douai o Lambres-lez-Douai, de los que da cuenta el diario local La Voix du Nord y que están provocando una fuerte inquietud por el noroeste francés. Según el periódico local Le Courrier Picard, otros dos payasos armados con un cuchillo y un martillo de plástico también habrían sido detenidos en la vecina Péronne”. Aparecen otras localidades, otros payasos, periódicos locales que se suman a la presunta aseveración. Y entonces aparece una vinculación entre los payasos, las fábulas y leyendas y la festividad de Halloween que se quiere imponer como internacional a través de la colonización televisiva. “Verdaderas o falsas, las fotos de esos payasos difundidas en las redes sociales han contribuido a extender el pánico por Internet, a escasos días de que la festividad de Halloween genere el escenario perfecto para combinar disfraces y terror”.

   Esta última apreciación, quita toda seriedad a lo que se informa de modo impreciso y errático. Se observa que la TV y las corporaciones comienzan a operar sobre el público, como si se tratara de un conejillo de indias en una indagación científica. Al mismo tiempo, difunden uno de los productos que los imperios precisan para ilusionar su poder a escala planetaria: el miedo. Termina la nota basada en la nota de EFE, señalando que “Algunos medios de comunicación, como la emisora France Info, atribuyen el fenómeno a una broma pesada inspirada en series de terror como American Horror Story o en vídeos no profesionales grabados con cámara oculta, como los producidos por el británico DM Pranks en 2013, que acumulan casi 30 millones de visionados”. O sea que se mixtura en la información periodística realidad y ficción de un modo deliberado, con destino a manipular al público. A su vez, esta metodología lleva la intención de sacar al ciudadano de preocupaciones reales para someterla a los dictados de los medios de comunicación. Así, se lanzan unos payasos al ruedo y se recoge su experiencia para convertirla en parte de la masa de realidad que precisan para someter al otro a sus tentaciones.

   En Argentina también han aparecido estos payasos y otros payasos, cámara en mano, o en un estudio simulando ser serios y a base de falsos debates, salen a ensayar temores que trasladan a los otros. Ganan a veces espectadores y los venden como mercancía a firmas que publicitan en sus espacios. ¿Quién podría creer si cuenta con esta información que en Junín, Bragado o Quilmes, los payasos de Francia atacan a jóvenes y mujeres desprevenidas? Y si aparecen, son enviados para producir el efecto del temor y la amenaza a poco de entrar en un año electoral.

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades