Lo que no cuentan Singer ni sus socios argentinos

Por Alejandro C. Tarruella

Es curioso al menos, que los socios menores que Singer tiene en la Argentina, no contaran que había una corriente de negociación en NML Singer. La ecuación es sencilla, a menor monto como ocurre en una negociación, la “cometa” se reduce de manera que quien apuesta contra el país, quiere la quiebra para hacerse de la venta del “muerto” que dejan. Por supuesto, que este ir y venir de palabras, hizo que el raiting de los discursos de Cristina Fernández de Kirchner, subiera. Ahora, ni los integrantes de la movida buitre se perdían una palabra. IBOPE no los medía. Como se verá, hasta el lenguaje de los especuladores gringos buscó un respiro en la cultura gaucha. Si Cristina cantaba: “No venga a tasarme el campo con ojos de forastero, porque no es como aparenta sino como yo lo siento”, los financistas de la guerra anotaban con fruición en Wall Street y alguno de ellos pidió un poncho frente al rigor del invierno para probar las pilchas con que se calza el sur del sur. Había que comprender que, como Rosas y Felipe Arana en 1845 frente a las turbulencias del sitio anglo francés al Río de la Plata, cosa que imaginó como semejante Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados argentina, Cristina estaba a dispuesta a negociar pero mostrando el filo del facón contra el juego de luces y sombras en la iluminación del río ancho, color de león.

   Los buitres tenían asesores que no comprendían el juego. Querían contar con una sola dirección que consistía en golpear y golpear hasta, como Monzón ante Nino Benvenutti, que el herido pidiera la toalla. La realidad, como se sabe, dista del deseo, por eso los colonizados a comisión fracasaron. Esto lo expone con rara precisión, la corresponsal del “Clarín” en su nota del 22 de junio pasado en el diario “Los Andes”, del grupo Magnetto, al señalar que “Paul Singer, el dueño del NML, el fondo buitre que lidera el litigio en contra de la Argentina, sabe esperar. La paciencia hace parte de su estrategia. El llamado que espera de la Argentina para comenzar a negociar todavía no llegó”. Es decir, que ahora esperan a Argentina. Y su espera, eso no se explicó, era producto de datos no previstos en la confrontación.

“Que quede claro: NML está dispuesto a negociar pero para bailar un tango debemos ser dos”, dijo una fuente que conoce bien el pensamiento de Paul Singer. “Hemos estado dispuestos a negociar desde que esto empezó”, dijo al juez Thomas Griesa el abogado de NML, Robert Cohen”, refería Ana en su nota aludiendo a la terminología gaucha a la que apelaban ahora. Y ese dato, que no se toma en cuenta por lo general, indica algo: marca que los buitres comenzaron a remedar el lenguaje surero, a pedir cancha para negociar, y a intentar comprender como late ese corazón al sur. Al menos ya saben algo más, el tango se baila de a dos pero hay que conseguir que la pareja acepte el convite…

   En esos meses de invierno, la Presidenta fue llevando su discurso que comenzó severo y sin alternativa de negociación, a un lenguaje siempre severo pero con una apertura. Fue cuando expresó: “Queremos cumplir con el 100% de los acreedores”, y situó que “Sólo pedimos que nos dejen tener condiciones de negociación justas y de acuerdo a la Constitución Argentina”.

   En su nota, Ana Barón anotó: NML aplaudió el cambio de actitud de la Presidenta el viernes. Su discurso fue mucho más conciliador que el de tres días antes. “Es un cambio de tono con respecto a lo que oímos de la Presidenta más temprano en la semana”, se escuchó decir en NML. Pero después de haber escuchado tantas declaraciones contradictorias provenientes de funcionarios argentinos de alto rango, siguen desconfiando. “Todavía no hemos recibido ninguna comunicación directa del gobierno argentino” insistieron; quieren, esperan, una señal del sur. “Debemos seguir esperando para ver si esta vez Argentina está dispuesta a negociar de forma privada y de buena fe”. Por cierto, Baron habló con ellos en forma directa y precisa. Su medio es parte interesada en la negociación y hoy se sabe que Singer tiene intereses, al menos, en Cablevisión, empresa de la que debe desprenderse “Clarín”.

   Por supuesto, ni Baron ni los especuladores buitres, podían imaginar lo que el gobierno argentino iba a realizar, que vías tomaría ni aún que iría a Naciones Unidas a estremecer al mundo con un pedido apoyado por un gran número de países, para establecer nuevas reglas en las negociaciones de deudas soberanas. Sin duda, un buen general sabe que en esas circunstancias, hay que apelar a la economía de fuerzas y no presentar batalla. Se debe retroceder en orden y eso es precisamente lo que encaró Singer sin expresarlo, y lo que no dicen estas notas.

   Aún no decían que aceptarían bonos en la negociación. Decía Baron: “No se pudo confirmar, sin embargo, si NML aceptaría bonos como forma de pago. No obstante, trascendió que estudian la forma en que Argentina pagó al Club de París y a Repsol, que incluyó bonos”. Argentina en negociaciones justas, no solo había reestructurado su deuda externa, había cerrado con Repsol la vuelta de YPF al país, y con el Club de París. Los buitres sabían ahora que estaban frente a un peso completo que se movía como un mediano en el ring. Y ahora además, aceptan bonos. ¡Ehhh! Parece que la Presidenta argentina tiene razón, como la tiene su pueblo que le da su apoyo.

   Si se sigue este relato, se observa algo que está cada vez más presente. La ausencia cada vez más explícita del Juez Griesa que abandona paulatinamente el centro de escena. No diríamos el centro del ring porque su estado es deplorable incluso para las metáforas. Pero, ¿qué papel jugaba Griesa? Si el general Perón observase estos episodios, apelaría tal vez al juego del ajedrez y podría bien decir: el papel de la dama en el ajedrez es el de una pieza fuerte que puede ganar un partido pero, dentro de una lógica, hay que entregarla. Entonces, si Griesa es la dama ¿quién es el rey? El rey es el sistema financiero especulativo mundial, es decir, los fondos buitres. Pero como en el tablero hay dos contendientes, hay otro rey. Que es en realidad, reina. Por eso, es posible predecir que si Griesa se desdibuja es porque se lo puede ceder y eso es lo que puede suceder en la medida en que la negociación que se avizora, avance.

   En cambio en Argentina, la dama no es la dama. Y ahí no se cede ni siquiera la dama. Esa es la negociación que viene y que los medios marcan como el punto de inflexión de la recuperación económica de la Argentina. Esa negociación se va a dar pasado el mes de enero, al vencer la cláusula RUFO e iniciarse el tiempo electoral en el país. La próxima elección nacional de los argentinos se va a jugar en campo local y en el campo internacional. Allí donde Argentina ha ganado varios encuentros en Naciones Unidas, en los BRICS, en el G-20 más China, UNASUR y Mercosur, OEA y otros organismos. Hay que descansar ahora hasta fin de fin, no es cosa de llegar al río de los hechos con el caballo cansado.