
Lilita no descarta una fórmula con Altamira de vice en una lista del PRO
Por Alcides Maravilla, exclusivo para InfoBaires24
“No nos une el amor, sino el espanto” afirma, entre medialuna y medialuna, la diputada chaqueña. Razones no le faltan. Son las diez de la mañana y Lilita necesita desayunar, para afrontar la larga jornada que tiene por delante.
Es que Lilita y Altamira tiene muchas más cosas en común de lo que la gente supone: ambos carecen de sustento en el electorado. El líder troskista obtuvo en la última elección presidencial un magro 2,3 % de los votos, unos 503 mil. En el caso de la diputada, su recolecta fue más modesta: unos 399 mil votos, un paupérrimo 1,82 % de votantes.
Sin embargo, a pesar del escaso interés demostrado por los votantes en la última elección, ninguno de los dos dirigentes pueden esgrimir la falta de publicidad de sus propuestas como argumento de peso para explicar la ausencia de sus boletas en las urnas. Llilita y Altamira son concurrentes habituales a los programas de la señal de cable Todo Noticias. Algún malintencionado afirma por lo bajo, que ambos tienen alojamiento en el canal, para el caso en que algún invitado falte a la cita.
Otro punto en común entre ambos es que a ninguno de los dos se les conoce trabajo alguno con el que se hayan ganado alguna vez la vida en la actividad privada. De Lilita se conoce que fue funcionaria de justicia en tiempos de la dictadura. De Altamira ni siquiera eso. Ambos han vivido desde hace más de 30 años, al menos, de los aportes de sus votantes y del Estado al que gustan denigrar. Todo un record.
A ambos le gusta la escritura: Las denuncias de Carríó en la justicia son por todos conocidas, al igual que los panfletos del Partido Obrero, extensos y abundantes en sustantivos como clasismo, burguesía, lucha, obrero, plusvalía, patronal, oligarquía, etc.
A Lilita y a Altamira les gustan las predicciones. La chaqueña viene augurando el triunfo de la república. Altamira, el del socialismo. Se sabe: tanta repetición termina provocando el vacío de contenido. Y es ahí donde estas similitudes encuentran el lógico cáliz en donde fusionarse.
Y si de cáliz se trata, nadie mejor para interpretar este mensaje que Carrió. Si hay un partido vacío de contenido ideológico, ese es el PRO.
El espacio de Macri es el lugar ideal donde fusionar tantas similitudes. Así lo vio, clarito, la diputada, quien ni lerda ni perezosa, le pidió a su mentor Héctor Magnetto que arbitre las medidas necesarias para poner en marcha esta Nueva Alianza. El CEO puso al frente de las negociaciones a Natalio Wermus, prometiéndole un bono de fin de año si lograba el encuentro, y un voleo en la entrepierna si no lo hacía.
En los próximos días habrá novedades. ¿Será que la fórmula Carrío-Altamira sacudirá la modorra electoral en el 2015? Que miedo, nene!