
Latinoamérica: Stablecoins y altcoins ganan protagonismo frente al dominio de Bitcoin
Aunque Bitcoin sigue siendo la puerta de entrada al mundo cripto, los usuarios latinoamericanos están apostando por una gama más amplia de activos digitales para resguardar valor y hacer transacciones.
El ecosistema cripto en América Latina está atravesando una etapa de madurez: ya no se trata solo de Bitcoin. Si bien el pionero de las criptomonedas continúa liderando en términos de volumen y reconocimiento, nuevas opciones están captando cada vez más atención entre los usuarios de la región.
Un informe reciente de Bloomberg Línea revela que los hábitos de compra en países como Argentina, Brasil, Colombia y México reflejan una diversificación creciente hacia stablecoins y altcoins con funciones específicas.
Stablecoins al alza: el nuevo refugio ante la volatilidad
En economías marcadas por la inflación y la incertidumbre monetaria, como el mercado cripto de Argentina o Venezuela, las stablecoins han emergido como una alternativa sólida para proteger el poder adquisitivo. Tokens como USDT (Tether) y USDC (USD Coin), que mantienen paridad con el dólar, se han convertido en opciones populares para quienes buscan resguardo sin salir del ecosistema digital.
Plataformas como Bitso y Ripio han confirmado este fenómeno, registrando un aumento considerable en las operaciones con stablecoins en los últimos dos años. En países donde las restricciones cambiarias dificultan el acceso a divisas extranjeras, estos activos se han consolidado como instrumentos financieros clave.
Altcoins en expansión: Ethereum, Solana y otras favoritas del mercado
Además del interés en monedas estables, los usuarios latinoamericanos están explorando cada vez más las posibilidades que ofrecen las altcoins. Ethereum (ETH) destaca por su funcionalidad en aplicaciones descentralizadas (dApps) y contratos inteligentes, mientras que otras como Solana (SOL), Avalanche (AVAX), Polygon (MATIC) y Chainlink (LINK) ganan terreno por su escalabilidad y casos de uso concretos.
La adopción de estas criptomonedas se ha visto impulsada tanto por inversores minoristas como por desarrolladores interesados en construir o interactuar con productos DeFi (finanzas descentralizadas), NFTs y juegos Web3.
Un mercado más educado y estratégico
Los expertos coinciden en que el usuario promedio latinoamericano es cada vez más informado y estratégico a la hora de armar su portafolio cripto. “Lo que antes era una inversión por curiosidad, hoy responde a decisiones conscientes sobre diversificación, utilidad y riesgo”, señalan desde las principales casas de cambio de la región.
El interés creciente por monedas distintas a Bitcoin también refleja una mayor comprensión sobre la tecnología blockchain y su potencial más allá del simple resguardo de valor.
A medida que crece el interés por diversos activos digitales, también aumentan los desafíos regulatorios y educativos. La falta de normativas claras y la necesidad de mayor protección al usuario siguen siendo temas pendientes para los gobiernos latinoamericanos.
No obstante, la tendencia hacia una mayor diversificación cripto sugiere que el ecosistema regional está evolucionando de manera rápida y sólida. América Latina ya no solo adopta criptomonedas: las está integrando activamente en su economía digital.