
La Scaleia: “Partimos del derecho a una igualdad de oportunidades”
Conversamos con Antonio La Scaleia en el marco de un acto donde de la mano de Felipe Pigna se recordó el aporte de Ramón Carrillo a la salud pública. Estos son los fragmentos más destacados de la nota:
IB24: Estamos recibiendo a Felipe con una clase magistral sobre lo que tiene la historia de Ramón Carrillo en cuanto a la salud pública.
La Scaleia: Sí, porque Ramón Carrillo creo que no solo tuvo la sabiduría de lo que la medicina nos enseña, sino que tuvo la sabiduría de la vida de poder centrar las acciones que uno ha aprendido en la medicina en temas concretos de una salud social, en la búsqueda de tener las mismas oportunidades, en romper los niveles sociales para el momento de acceder. Yo siempre digo que cuando un hijo sufre ya es independiente si es el hijo de una persona rica o de una persona pobre, uno necesita tener la mejor respuesta. Y sistemas solidarios como el IOMA hacen posible que cualquier empleado o el propio gobernador tengan la misma posibilidad de ser atendido y tengan las mismas oportunidades. Por eso creemos que la jornada de hoy es una jornada muy feliz, muy profunda, porque al recibir una mirada no desde adentro de la propia salud, sino de adentro de lo que es la historia de nuestro país, nos llena de orgullo ver que hoy la Argentina sigue sosteniendo un espacio de inclusión, de equidad y de igualdad de oportunidades. Sabemos las dificultades que tenemos en el día a día, pero cualquiera puede acceder y resolver una situación grave o no tan grave de cualquiera de nuestros hijos, de cualquier amigo, y realmente eso nos tiene que llenar de orgullo como argentinos. Después problemas no nos van a faltar, y situaciones para corregir y caminar, pero siempre partiendo del derecho a una igualdad de oportunidades
IB24: – Se visualiza, al menos desde el ojo de un vecino cualquiera, que la situación general del IOMA en los últimos años ha cambiado para mejor.
La Scaleia: Sí, nosotros lo que pretendemos es generar cambios concretos para cambiar la realidad de la gente. Por eso pusimos en marcha un programa como el “MAMI”, cambiando estructuras fundamentales para cuidar a la mujer embarazada en los tres trimestres del embarazo, en detectar factores de riesgo como el HIV o toxoplasmosis, en estar vacunada en tiempo y en forma. Pudimos trabajar en trastornos generalizados del desarrollo, en autismo, que es un tema muy sensible para nuestra sociedad. Como hace poquito lanzamos la primer evaluación del programa “CUIDARTE” para pacientes oncológicos terminales, gracias al cual hoy nuestros pacientes pueden fallecer en su domicilio con el cariño de la gente que conocen, en su hábitat, con el olor de su casa, protegidos por un equipo multidisciplinario de especialistas en psicología, en terapia del dolor, en clínicos, en terapia ocupacional, y haciéndonos cargo de un momento muy difícil que está pasando un individuo y una familia. Por eso creo que los cambios que pretendemos son en ese orden, en estar cerca de las necesidades de la gente. Obviamente en un territorio y con dos millones de personas como tenemos en nuestra obra social hay cosas que quizás no las hacemos muy bien (y son las que todos los días planteamos para mejorarlas) pero seguimos adelante buscando los mejores caminos.