Policiales

Hallaron en Rosario el cuerpo de Franco Casco, pero no definen la causa de su muerte

 

 

 

La peor de las hipótesis quedó confirmada ayer a media mañana en el Instituto Médico Legal (IML). Elsa Godoy reconoció como el de su hijo —Franco Ezequiel Casco— el cuerpo hallado por Prefectura el jueves a la tarde flotando en el kilómetro 418 del río Paraná, a la altura del Club Náutico Rosario. “Yo sabía que lo había matado la policía”, gritó la mujer antes de descompensarse. El muchacho de 20 años, quien se ganaba la vida como albañil, había viajado a Rosario desde Florencio Varela, al sur del Gran Buenos Aires, para visitar a unos primos que residen en barrio Empalme Graneros. La última información que se pudo reconstruir sobre el joven es que el martes 7 de octubre el joven estuvo detenido en la seccional 7ª. Tenía un hijo de 3 años.

   La autopsia la realizó el perito forense Raúl Rodríguez. En su informe el médico indicó que no podía precisar “el causal ni las circunstancias de la muerte” del joven debido al deterioro que tenía el cuerpo que estuvo “más de quince días en el agua”. Se tomaron muestras de tejidos que serán remitidas a Buenos Aires para establecer la causa del deceso. Se intentará determinar el lugar donde el cuerpo de Casco tomó contacto con el río.

   En el cuerpo “no existieron signos de violencia física objetiva, es decir que de las radiografías que se le tomaron a Casco no surgen fracturas, contusiones graves o impactos de proyectil”, explicó el forense Raúl Rodríguez. Pero el cadáver estaba tan estragado que no se indicó si tenía agua en pulmones. A pedido de la familia del joven se realizará otra autopsia, en fecha a programar, que contará con un perito de parte.

Cambio de figura. La fiscalía a cargo de Guillermo Apanowicz ya no trabaja sobre una averiguación de paradero sino sobre las causas que motivaron la muerte del muchacho desaparecido el 7 de octubre. Por eso se sumó la fiscal Mariana Prunotto.

   Gabriel Ganón, defensor general de la provincia, atacó con dureza a la investigación. “Esto es un caso de desaparición de persona. Por eso el martes pedimos la intervención de la Procuraduría de Violencia Institucional de la Nación (Procuvin). Se falseó la información; nunca se investigaron las denuncias de la familia hasta que el caso fue tapa de los diarios; por negligencia de la fiscalía se perdieron pruebas vitales, como la filmación del lugar donde fue detenido Franco. Y eso pasó porque cuando el fiscal se acordó de pedir la filmación esta ya había sido borrada. Es gravísimo que el fiscal nos siga tomando el pelo a todos con que no hay ninguna irregularidad. Las pruebas son contundentes. La última vez que a Franco se lo vio con vida estaba dentro de una comisaría y el jueves apareció flotando en río”, agregó.

   Desde el gobierno provincial no hubo pronunciamiento. “No vamos a hacer valoraciones. Hay actuaciones administrativas de Asuntos Internos sobre la policía e interviene la Justicia”, indicó una fuente del Ministerio de Gobierno. “La secretaria de Derechos Humanos provincial estuvo con la familia desde la primera denuncia”, indicó el vocero.

La víctima. Franco Casco era pobre, no tenía antecedentes penales y trabajaba de albañil junto a su padre en Florencio Varela. Tenía 20 años y un pequeño hijo de 3 llamado Thiago. Ese era el nombre que llevaba tatuado en su brazo y por el que su madre lo reconoció ayer. Había llegado a Rosario para visitar a tías y primos, que viven en Empalme Graneros. El lunes 6 iba a regresar a Buenos Aires, pero no lo hizo. Según lo que pudo reconstruir la pesquisa en manos del fiscal Apanowicz, Franco y su tía fueron el lunes a las 10 de la mañana a la estación de trenes Rosario Norte pero como no había tren a Buenos Aires se volvieron a Empalme. La tía dejó a su sobrino en la casa y se marcho. Al regresar, a las 18, Franco ya no estaba por lo que estimaron que había ido a la estación a tomar el tren.

   Lo siguiente que se conoce sobre Casco es que el martes 7 a las 13.40 fue detenido y trasladado a la comisaría de Cafferata al 300 acusado de resistencia a la autoridad o desacato. Trasladado sin documentos ni pertenencias a la 7ª fue anotado en el libro de guardia con el apellido materno: Franco Godoy. A las 16, una médica policial de apellido Zelaya revisó al muchacho y le diagnóstico que “no estaba ubicado en tiempo y espacio”. También le sacó fotos en las que podía observarse que Casco presentaba golpes.

Al libro. Esos datos constan en el libro de guardia. El miércoles en una audiencia de hábeas corpus, el jefe de la seccional 7ª se apegó a las actuaciones policiales documentadas. El oficial dijo que con el correr de las horas Casco recobró la ubicación y dijo ser capaz de confirmar un domicilio para que lo dejaran libre. Al no ser oriundo de Rosario pidió que lo llevaran en un móvil policial. Pero no pudo encontrar la casa de su tía.

   A las 22.05 desde la 7ª se realizó una consulta con el fiscal Alvaro Campos y este ordenó la liberación de Franco. Se confeccionó un acta para dejar constancia de la liberación que supuestamente el joven firmó.

   Ahí surge uno de los puntos oscuros de la investigación. Elsa Godoy sostuvo que la firma al pie del acta no era la de su hijo. Desde la Fiscalía se indicó que “aún no se realizó esa pericia porque se carece de un cuerpo de escritura para realizar la prueba pericial caligráfica que permita determinar si la firma es la de Franco Casco”, indicó un vocero de la causa. De comprobarse que la firma es la de Casco esto disiparía las dudas de que el pibe haya salido de la seccional 7ª. “Se lo liberó sin constatar el domicilio basándose en que el muchacho no era de Rosario”, agregó la fuente.

   Respecto a las cámaras de videovigilancia de las inmediaciones de la comisaría, se indicó que se pudo observar la toma de una cámara ubicada en la vereda de enfrente a la 7ª. En la grabación no se ve pasar a Casco. “La cámara toma un ángulo de la calle por el que debió pasar si iba hacia la terminal. Si se fue hacia calle Salta no hay forma de que lo tomara”, indicó la fuente consultada. Se solicitó la grabación de otro cajero ubicado a metros de la seccional pero la filmación había sido borrada. Desde la Fiscalía se pidieron las grabaciones de los domos municipales y provinciales de la zona de la 7ª para ver si alguna cámara captó al joven Casco.

Los presos no. También se supo que el fiscal Apanowicz entrevistó al personal que actuó en la comisaría el 7 de octubre, pero no hizo lo propio con los privados de la libertad que estuvieron ese día en la 7ª. “Personal de la Secretaría de Derechos Humanos y de la Defensoría General entrevistaron a los detenidos, pero esas declaraciones no fueron remitidas a la Fiscalía”, indicó el vocero judicial.

   Tras la desaparición de Franco Casco su familia hizo la denuncia en la comisaría 20ª, el miércoles 8, y en la sede de la Fiscalía, el 12 de octubre. Después de 23 días de permanecer desaparecido, horas antes del comienzo de una marcha exigiendo su aparición con vida, su cuerpo fue hallado en el agua.

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades