Los nombramientos por decreto de García Mansilla y Lijo parecen “un rasgo más de híper presidencialismo y va de la mano de la degradación de la Corte”, indicó el fiscal federal Félix Crous. 

Sobre el decreto firmado por Javier Milei, Crous advirtió que “se utilizó una cláusula de excepción” que está en la Constitución, que se reformó en 1860, para “vacantes que ocurrieran en los recesos de las sesiones”. Si bien se trata de “una norma que está vacante”, resaltó “ya quedó anacrónica”. 

La cláusula en cuestión nunca se utilizó para designar jueces para la Corte Suprema, por lo que constituye “un enorme debilitamiento institucional que va de la mano de la degradación de la Corte”. 

Esa suerte de atajo a la hora de nombrar cortesanos “parece retorcer las normas institucionales como un trapo de piso”, apuntó en el marco de una entrevista brindada a Radio Provincia. 

¿Y ahora? 

“Ahora se abren varios escenarios”. Uno de ellos es que la Corte, que “no ha obstaculizado los excesos del gobierno de Javier Milei, pueda tomarles juramento y mirar para otro lado”. No obstante, aportó que “esta Corte tiene poder, pero no autoridad”, lo cual “es grave” debido a que “tiene un desafío a su autoridad, tan grande que todas las cámaras inmediatamente inferiores se le han insubordinado con el caso Levinas, más allá de quién tiene razón, es inédito”. 

Para el extitular de la Oficina Anticorrupción (OA), “el Poder Judicial se transformó ideológicamente en autónomo, como los militares en los 70”, así como “tiene una alianza permanente con los sectores económicos, es vitalicio y entiende que puede hacer alianzas con el sector económico y acrecentar su propio poder”. 

“Hasta que esto no se pueda desmontar y se caracterice correctamente, nadie va a poder gobernar en Argentina con libertad, incluyendo a la derecha”.