
El derretimiento de los hielos antárticos está afectando la gravedad terrestre
Por: Guillermo Magadán
«La pérdida de hielo de la Antártida Occidental entre 2009 y 2012 provocó una caída en el campo de gravedad en la región», escribe la ESA, cuyo satélite GOCE mide el cambio. Al parecer, la fusión de miles de millones de toneladas de hielo año tras año tiene implicaciones que harían palidecer incluso a Isaac Newton. Así lo recoge el portal de noticias Slate.
Las nuevas mediciones confirman que el calentamiento global está cambiando la Antártida de manera fundamental. A principios de este año, un equipo independiente de científicos anunció que los grandes glaciares de la Antártida occidental han comenzado un” imparable colapso», afectando el nivel del mar, con una suba inevitable del mismo durante los próximos cien años.
A pesar de que todos aprendimos en la escuela que la gravedad es una constante, en realidad varía ligeramente dependiendo de dónde usted se encuentre sobre la superficie de la Tierra y la densidad de la roca (o, en este caso, el hielo) bajo sus pies. Durante una misión de cuatro años, el satélite de la ESA asignado al estudio de estos cambios fue capaz de detectar una disminución significativa en la región antártica, donde el hielo se está derritiendo más rápido de lo esperado.
Los nuevos resultados tomados sobre la Antártida Occidental se lograron mediante la combinación de mediciones de alta resolución del campo de gravedad del satélite GOCE de la ESA con las mediciones del satélite Grace de la NASA, que es operado conjuntamente por los Estados Unidos y Alemania. Los científicos esperan ampliar pronto este análisis a toda la Antártida, lo que podría proporcionar una imagen más clara del ritmo del calentamiento global en el continente blanco. Las mejores estimaciones actuales muestran que los mares podrían subir su nivel alrededor de un metro y 25 centímetros por sobre el nivel actual a finales de siglo, debido en gran parte al derretimiento del hielo en la Antártida Occidental y el de Groenlandia.
Investigaciones anteriores con datos de un tercer satélite, el CryoSat (también de la ESA), han demostrado que la pérdida de hielo en esta parte de la Antártida Occidental se ha incrementado en tres veces sólo desde 2009, con 500 Km³ de hielo cada año, lo que equivale a un iceberg del tamaño de la isla de Manhattan, de tres kilómetros y medio de espesor.