El complejo termal de Rosario de la Frontera, se amplía
Los trabajos forman parte de un proyecto integral para poner en valor este hotel de administración estatal, un ícono turístico del sur de la provincia, y posicionar a la ciudad, que está a 175 kilómetros de la capital provincial, como referente del turismo termal del Noroeste Argentino (NOA).
El Hotel Rosario de la Frontera cuenta ahora con 16 habitaciones más, tras la inauguración de las obras realizadas en el tercer piso, lo que le otorga 50 habitaciones más y un total de 130 plazas para quienes quieran disfrutar de sus variados tipos de aguas, consideradas entre las mejores y más calientes del mundo.
La semana pasada fueron inaugurados los trabajos de refacción en las 16 habitaciones ubicadas en el tercer piso del hotel, con lo que se habilitó un espacio que estaba sin uso en el emblemático hotel.
Los trabajos, realizados a través de la Secretaría de Obras Públicas y con fondos propios del hotel, demandaron una inversión de 13 millones de pesos para intervenir con obras y equipamiento en varios sectores del inmueble.
El edificio data de 1880, cuando el visionario Antonio Palau lo levantó luego del descubrimiento de distintas vertientes de aguas termales consideradas actualmente entre las mejores y más calientes del mundo (entre 25 y 90 grados), con especiales propiedades curativas.
Este hotel hospedó en más de una oportunidad a importantes personalidades de la historia argentina, como los presidentes Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Hipólito Yrigoyen, José Felix Uriburu y Nicolás Avellaneda, que llegaron para disfrutar de las aguas termales en el lugar.
A ellos se sumaron otros personajes, como los escritores Victoria Ocampo, Arturo Capdevila y Belisario Roldán y la escultora Lola Mora.
Además, desde allí se pueden hacer visitas al Parque Nacional El Rey, recorridas a sitios históricos del sur salteño y paseos a la embotelladora Palau, a la Gruta de la Virgen de la Montaña, a las vertientes de Aguas Chicas y al mirador de la Cruz, entre otros.
Las obras que se realizan actualmente en el Pabellón de Baños Termales, que es una de las áreas que más daños registran permanentemente por la corrosión y las temperaturas del agua, han avanzado en un importante porcentaje, en tanto al plan original se sumaron trabajos adicionales financiados con recursos propios.
Jorge Méndez, administrador del hotel, explicó que «las habitaciones del tercer piso constituyen una de las etapas programadas y una muestra de la decisión de recuperar el edificio del centenario hotel».
Méndez señaló que disponen de «nueve tipos de aguas termales, cultura, historia y paisajes para convertir al hotel en un polo turístico termal de la región».
En el Pabellón de Baños Termales fue necesario trasladar la pileta, porque el paso del tiempo ocasionó serios daños estructurales al edificio, y en su lugar se construirá un solárium.
Ovejero expresó que «no sólo se recupera el hotel, sino que trabajamos en la búsqueda de inversores privados para constituir un polo turístico en la zona».
El hotel está a unos diez kilómetros de la ciudad de Rosario de la Frontera, que a su vez está a 135 kilómetros al norte de Tucumán y que es la cabecera del departamento salteño del mismo nombre.
Las aguas termales salen a 99 grados de la tierra y son enfriadas hasta los 34 grados para que los bañistas puedan disfrutar de sus beneficios sin quemarse. Para aprovechar las virtudes de las aguas termales, el hotel posee piletas construida con lava volcánica que impide el calentamiento del material y hacerlas disfrutables.
Esta localidad, que integra el circuito sur de la provincia de Salta, además del turismo termal, posee serranías de hasta 900 metros de altura y una llanura que desciende hasta los 300 metros, al igual que un espacio de selva de transición y un tramo característico del bosque chaqueño.
