DES- GARRO

Llama la atención de ajenos y propios el alto nivel de rotación de funcionarios del gobierno de Milei y las exóticas o poco entendidas razones de su desvinculación. Lógicamente cualquier funcionario de Milei despedido bien merecido lo tiene pero veamos si podemos conocer y desentrañar algunos elementos de este componente del suplicio.

Casos actuales

Milei despidió a Julio Garro y Teddy Karagozian. Los casos son distintos, Karagozian, empresario textil, formaba parte de los asesores de Milei. Entrevistado en televisión sostuvo que no ve ninguna reactivación ni posibilidades de ella. La reacción fue inmediata, lo despidieron en la siguiente conferencia de Adorni.

https://twitter.com/TeddyKara/status/1813619772946284674

Sólo dos cosas pueden señalarse en la cuestión Karagozian. Por el lado gubernamental, si se pretendía conformar un consejo representativo no se puede pedir obediencia, se entiende que éste fue el criterio de convocatoria del empresario. Milei tiene todo el derecho de exigir obediencia a sus funcionarios con los criterios que crea oportunos, lo que no puede hacer es mentir con que conformó un Consejo “representativo”.

Sobar la quena, Lilia Lemoine explica el criterio de obediencia de LLA

https://twitter.com/canalextratv/status/1814049593740398601

La segunda cuestión para observar en el caso Karagozian es la peregrina idea del empresario que hay alguna compatibilidad entre su producción industrial textil y el proyecto de Milei. Las anteojeras ideológicas de Karagozian le impidieron ver algo que debiera ser obvio para alguien que conduce una empresa de 1.100 empleados (según la presenta en la web): el proyecto de Milei no admite industria.

El caso de Garro es mucho más sustancioso al análisis. El ex subsecretario de Deportes declaró en una entrevista la inconveniencia de los cantos racistas que filmó el campeón de América Enzo Fernández. “Creo que el capitán de la selección debe salir a pedir las disculpas de ese caso, lo mismo que el presidente de la AFA, creo que corresponde, es algo que nos deja como país malparados” dijo el ex subsecretario.

Respuesta

La respuesta al funcionario fue terriblemente humillante:

La “Oficina del Presidente”, una institución que no existe (eso es todo un asunto para tratar aparte) pero que expresa al Poder Ejecutivo Nacional, salió a informar por Twitter el despido de Garro.

Lo que nos interesa aquí no es bucear en la psicología de los actores sino abordar una cuestión de relevancia analítica.

Según el periodista Pablo Duggan el tuit del despido fue redactado de puño y letra por Santiago Caputo, el poderoso integrante de la máxima tríada del gobierno libertario. Todos los indicios hacen suponer que así es. Caputito es el Goebbels de Milei, como el propio presidente reconoció la noche de su triunfo electoral, Santiago Caputo es uno de los artífices principales desde la propaganda.

Siendo así parece que Garro disparó una alarma que resulta clave en el armado comunicacional. Empecemos por cosas más conocidas. Primero: la imagen de Milei que intenta construir Caputo es de fortaleza, de liderazgo, que no admite discusión. Cualquier palabra no autorizada debe ser cancelada violentamente. Segundo: Garro es un alfil de Macri, la relación Milei-Macri es todo un asunto de relaciones de poder que seguro interviene en este caso. A mi criterio no tuvo incidencia, lo que se confirmaría por el reemplazante que es otro hombre de Macri. Tercero: como sostuvo otro intelectual de la comunicación libertaria, “El Gordo Dan”, “lo fue a decir en el programa de María O’Donnell”. Por alguna cuestión que habrá que desentrañar los libertarios atacan más violentamente a “Corea del Centro” que a sus enemigos kirchneristas. En ese sentido son ultrajantes al tiempo que hilarantes las apelaciones a Jorge Fontevecchia como “Tinturelli” del propio Milei. Cuarto: el show sádico del gobierno se alimenta de este tipo de maltratos. Le salen gratis, sirve de escarmiento y de propaganda. El gobierno de Milei puede verse como un Coliseo, un circo, en que se devoran argentinos, mientras más saña mejor. Quinto: el gobierno de Milei es racista, hace equilibrio todo el tiempo para no desbarrancar, la mayor parte de las veces desbarranca, con lo que apoyar un canto xenófobo le cuesta nada.

Sin embargo, me parece que hay un punto sobre el que hay que tomar nota y forma parte de las alarmas que se le encendieron al propagandista. Hay una promesa de Milei, implícita, quizás la principal, de la que poca nota se ha tomado, Milei se presenta como el fin del comisariato político y moral. Por eso la degeneración personal, la extraña relación con la hermana, las agresiones de los padres, el odio de Javier a papá Milei, la clonación de los perros, las agresiones a periodistas, la destemplanza personal y el indisimulable consumo de sustancias diversas que alteran sus estados de ánimo no conllevan sanción social. Lo que para cualquier otrx candidatx hubiera significado una lacra descalificante no hace mella en un energúmeno que se presenta a sí mismo como liberador de todo condicionante superyoico, de todo límite moral. También de todo límite político.

Coger a la hermana (no importa si no lo hace, existe la fantasía de que es verosímil, el sólo hecho que la presente como “primera dama”) es análogo a propagandizar “el mayor ajuste de la historia” o venderse como “un topo que destruye el Estado desde adentro”. Afirmaciones degeneradas, de terrorista, de reventado que ha perdido toda chaveta y prurito.

Freud presentaba como “el malestar en la cultura” el condicionamiento a nuestras pulsiones para poder convivir. Milei viene a liberarnos de las “cadenas”, lo que en el límite haría imposible convivir.

El problema civilizatorio es encontrar una respuesta a esta seria afrenta a la posibilidad de convivencia. En este sentido Milei es un líder global, si su experimento tiene éxito, los impulsores de la distopía avanzarán varios casilleros.

Que Garro haya señalado, lo que quizás sea lo único valorable de su vida de transa y runfla, que debería pedir disculpas ¡nada menos que Messi! pega en la línea de flotación de la “emancipación” libertaria. Por eso Caputito tomó el asunto de modo personal.