DECLARACIÓN DEL LLAMAMIENTO JUDÍO: «Nuevamente, no en nuestro nombre»
"son muchísimos argentinos judíos que no acuerdan con el uso político partidario de tradiciones judías"
Janucá conmemora la revuelta de los macabeos lo cual posibilitó la recuperación de la soberanía judía frente a la dominación helenística de Judea. Junto a ello se conmemora la liberación del Templo de Jerusalén –símbolo más alto de la espiritualidad judía de la época-.
La leyenda cuenta que en el templo quedaba una sola ampolla de aceite, que sólo alcanzaría para iluminar una noche, y que finalmente duro ocho noches. Por eso la metáfora de esta celebración es la victoria de la luz por sobre la oscuridad.
Es por ello que la ceremonia consiste en el encendido de una vela cada noche durante ocho noches. Este ritual es el que casi exclusivamente se festeja dentro de los sectores ultraortodoxos, soslayando el valor de la histórica revuelta y resistencia antiimperialista.
El día lunes, casi en simultáneo con el anuncio de un programa económico que hace recaer de manera brutal todo el peso del llamado “ajuste” de las cuentas públicas sobre los bolsillos de los trabajadores, el presidente y una amplia comitiva de personas de su gobierno y aliados políticos, fue invitado a prender una vela en público en el acto organizado por la organización Jabad Lubavitch, la cual –cabe aclarar- es sólo un sector de la ortodoxia, que a su vez representa una minoría en la colectividad judía, (mayormente identificada con la corriente conservadora no ortodoxa), tradicionalista o laica.
El Acto contó con el apoyo oficial de DAIA, AMIA, entre otras, ocasión que utilizó Milei para dar un discurso orientado a defender el plan de su gobierno y hacer una desafortunada utilización del contenido de la celebración para denostar a quienes él considera sus adversarios políticos. Este discurso fue aplaudido por los organizadores, obviando absolutamente el hecho del carácter plural de la colectividad judía.
El Llamamiento Argentino Judío, vuelve, una vez más, a decir “NO EN NUESTRO NOMBRE” frente a la obsecuencia de la dirigencia comunitaria frente al nuevo gobierno, sabedores de que esta frase también representa a muchísimos argentinos judíos que no acuerdan con el uso político partidario de tradiciones judías ni con las medidas anunciadas, destinadas a llevar más penurias a los más débiles y las clases medias, y mayor concentración y desigualdad económica y social, en lugar de exigir el esfuerzo a los sectores mas poderosos, que por el contrario, se volverán a ver más beneficiados que nunca.
Marcelo Horestein, Presidente
Pablo Gordneff, Secretario General
