
Cristina-Quintela: ¿Unidad federal o lapicera?
La tan preciada “lapicera”, parece ser el fondo de la cuestión en esta eventual interna
Luego de varios meses de recorrer el país en busca de apoyos y adhesiones para su objetivo de presidir el Partido Justicialista Nacional, Ricardo Quintela se enteró, vía una red social, que la ex presidenta, Cristina también pretende el cargo que dejara vacante Alberto Fernández.
Hasta aquí podríamos decir que es parte de la normalidad ante la acefalía del PJ, pero, cuando comenzamos la rueda de consultas al respecto, nos encontramos con opiniones muy variadas, frente a la mencionada postulación de Cristina.
En primera instancia consultamos a algunos diputados, quienes se manifestaron a favor de una interna abierta que viene reclamando la gran mayoría de los casi tres millones de afilados en todo el país, el PJ lleva 36 años sin ejercer dicha gimnasia, tan necesaria para la legitimación del ejercicio del poder, y permitiría que los afiliados puedan presentarse para ocupar los diferentes cargos tanto partidarios, así como los electivos para las distintas instancias de la vida republicana.
Las recientes y reiteradas derrotas electorales, que permitieron el arribo al poder de lo más recalcitrante de la derecha argentina, brindan un escenario propicio para quienes sostienen la necesidad de dichas elecciones internas, pero también ponen en la discusión las intenciones de Cristina, teniendo en cuenta que el gobernador mejor rankeado para una eventual candidatura a presidente, Axel Kicillof, ya se había mostrado junto al gobernador de la Rioja, en su camino como pre candidato a la presidencia del PJ.
La tan preciada “lapicera”, parece ser el fondo de la cuestión en esta eventual interna, a menos que, hubiera una “lista de consenso”, que pudiera contener a los distintos sectores, cosa que no parece muy viable, según los dichos de los diputados y dirigentes consultados, menos aún si tomamos en cuenta que Cristina acaba de reservar nombre y número de lista ante la Junta Electoral del partido.
Pocos son los que se atreven a cuestionar los valores y representación popular que ostenta Cristina, pero al unísono reclaman una conducción federal, hartos del manejo desde el puerto porteño, (como si habláramos de la vieja pelea entre unitarios y federales), aunque, también pugnan por un mayor protagonismo de los órganos partidarios en las decisiones internas, para evitar lo que la misma Cristina condena, y reconoce como propio de traidores y tránsfugas, en referencia a los mandatarios provinciales que sostienen al gobierno de Milei, en contra de todos los principios políticos que representan el ideario peronista.
La realidad indica que el peronismo se encuentra hoy en una gran encrucijada y también ante la posibilidad de un gran acuerdo, habrá que ver si prima la cordura que suelen caracterizar a Cristina Kirchner en sus clases magistrales y comunicaciones por sus redes sociales o, si, por el contrario, triunfan las mezquindades que solo apuntan a preservar privilegios que se traducen en un Partido Justicialista que solo vele por intereses particulares y mezquinos.