En otra muestra de la crisis que atraviesa la industria local, la empresa Arcor decidió adelantar las vacaciones de casi 400 trabajadores de su planta de chocolates de Colonia Caroya, en la provincia de Córdoba. Entre los principales motivos, destacan la caída de las ventas y la acumulación de stock.
Asimismo, la firma también aplicó medidas de suspensión en su planta de San Pedro, Arroyito y Río Negro y cerró su fábrica en Mendoza. En este contexto, los trabajadores denunciaron un proceso de achicamiento de una planta de San Luis donde la multinacional produce chupetines y chocolates.
“La decisión impactó en la línea de chupetines y chocolates. La línea Bon o Bon, que era la más fuerte que teníamos, la llevaron a Angola. Hay otras que las llevaron a otras fábricas del país. Tuvimos una semana obligada de vacaciones, ahí despidieron trabajadores. Se llevan equipamiento a otras fábricas, estamos notando un vaciamiento”, marcó Miguel Benavente, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) en la planta puntana en diálogo con Tiempo Argentino.
En su momento, la planta de San Luis supo emplear a 700 personas, que bajaron a 500 hace dos años. En la actualidad, la plantilla está comprendida por 300 trabajadores.
Cabe remarcar que en 2018 Arcor presentó un balance negativo con pérdidas por unos 1000 millones de pesos.