Charla sobre el Trabajo Infantil en la Sociedad Rural: la importancia de las formas
El fin, en ciertos casos puntuales, justifica los medios. Sin importar bien las formas, dejándolas de lado por el objetivo. Pero en otros tantos, el camino a recorrer, la búsqueda, es igual o más importante.
Tanto la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como el Gobierno, decidieron realizar la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil en la Sociedad Rural.
Ante esto, surge un interrogante: ¿Cuánta fuerza puede tener el mensaje si se lanza desde la casa de uno de los emblemas de la problemática del trabajo de menores? ¿Cuán serio puede ser ese pedido si se hace allí, en la cuna de la explotación de chicos de 14 años o menos?
Las cifras son alarmantes. Según la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna) 2017, elaboradas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social junto con la OIT, Unicef y otros organismos, más de 700 mil chicos de 5 a 15 años realizan trabajo infantil en la Argentina.
Desmenuzando los datos, nos encontramos con que la región pampeana cuenta con 195.406 chicos trabajando.
Los números son lo suficientemente impresionantes como para tomar al tema con la seriedad que merece. Pareciera que en algunos sectores no se advirtió de la gravedad del asunto. Al menos, esa sensación se desprende de sus formas.
