Apuran una reunión Santos-Maduro para discutir la crisis fronteriza
Autoridades de Venezuela y Colombia cumplieron el gesto casi ritual de cruzar declaraciones y acusaciones y volvieron a depositar en organismos internacionales la chance de una salida a la crisis bilateral generada por el cierre de parte de la frontera, mientras llegan a más de 15.000 los colombianos que volvieron a su país en las últimas semanas, según datos de la ONU.
Mientras la canciller colombiana, María Angela Holguín, aseguró que el país no va a negociar su modelo político y económico, como se lo pide Venezuela en temas como libertad de prensa o sistema cambiario, para abrir la frontera común, su par venezolana, Delcy Rodríguez, lamentó el “compendio de imprecisiones erráticas, falsedades y confesiones de Estado apoyando crímenes en frontera» que significa, a su juicio, esa postura.
El nuevo cruce de las diplomáticas ocurrió luego de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó que está dispuesto a conversar con su colega Nicolás Maduro, aún cuando el mandatario bolivariano advirtió en Beijing, en un encuentro con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que «del lado colombiano gobiernan los paramilitares, los contrabandistas y los narcotraficantes».
Holguín negó que la canciller Rodríguez le haya entregado un documento de seis puntos durante la reunión de Cartagena de hace una semana, y explicó que no se hizo acta alguna de aquel encuentro, en el que su par le pidió luchar contra el paramilitarismo, el contrabando y la diferencia cambiaria y controlar a la prensa.
Agregó que su país está en disposición de luchar contra las bandas criminales que operan en la zona de frontera, pero que se necesita un trabajo conjunto, y advirtió que en el último año Caracas ha aplazado 15 reuniones para discutir el tema.
La crisis se inició a partir de que el 20 de agosto y hasta nuevo aviso Venezuela cerró sus pasos fronterizos por el estado Táchira
Sobre el contrabando aseguró que se trata de un fenómeno que requiere de controles de ambos lados de la frontera y dio ejemplos sobre las diferencias entre los valores de unos productos en Venezuela y el costo que tienen una vez que llegan a Colombia, y en cuanto a la diferencia cambiaria rechazó la pretensión de Caracas para que Bogotá anule la libre compra y venta de divisas en el país. “Nos están pidiendo que cambiemos nuestro régimen cambiario», aseguró la ministra.
Finalmente, dijo que Rodríguez le exigió «control a los medios de comunicación» a lo que Holguín respondió que «aquí hay libertad de expresión y ese es un tema que no se discute».
Rodríguez, por su parte, retrucó que el Estado venezolano acudirá a organismos internacionales para solicitar «indemnización» por el «éxodo masivo» de colombianos que «han huido» desplazados por la «violencia» hacia este país.
Insistió en que las declaraciones de Holguín son «un compendio de imprecisiones erráticas, falsedades y confesiones de Estado apoyando crímenes en frontera», y añadió: «Los invitamos a no tener miedo al diálogo y a la reunión de presidentes. Es la hora de la valentía y la diplomacia de altura y legalidad», porque «Colombia ha abandonado la frontera, la cual es gobernada por delitos de distinto orden y el paramilitarismo colombiano», afirmó.
La crisis se inició a partir de que el 20 de agosto y «hasta nuevo aviso» Venezuela cerró sus pasos fronterizos por el estado Táchira, y dio paso a una masiva deportación de miles de colombianos y el regreso voluntarios de otros, que se da bajo el estado de excepción.
Maduro ordenó el bloqueo luego de una «emboscada» que supuestos «paramilitares y contrabandistas» perpetraron contra militares venezolanos cuando realizaban una operación anti-contrabando donde hubo tres efectivos y un civil heridos.
El gobernante tuvo palabras duras para con el secretario general de la Unasur, el colombiano Ernesto Samper, a quien, dijo, le tiene «un gran aprecio» pero parece que ahora «estuviera sordo» por no haber atendido una invitación de Venezuela de evaluar la situación fronteriza.
Samper propuso a Maduro y a Santos que «se reúnan en un sitio emblemático para poner fin a las diferencias» entre sus gobiernos, y el venezolano manifestó su predisposición a ese encuentro. «Quiero ver al presidente Santos cara a cara y hablar, y que juntos resolvamos» el problema, indicó.Aconsejó a su homólogo colombiano a «que respire, que se tranquilice, que tome un poco de agua fresca, que se tome una manzanilla con azúcar» porque, dijo, «está bastante ácido».
Mientras, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) detalló hoy que más de 15.000 colombianos han regresado por su propia cuenta al país procedentes de Venezuela desde que comenzó la crisis fronteriza.
Según el organismo humanitario, son 15.174 los colombianos que han abandonado Venezuela, a quienes se suman al menos 1.355 deportados.
La mayor parte de los deportados, 1.097, han llegado a Cúcuta, capital del departamento colombiano de Norte de Santander y limítrofe con San Cristóbal, en el estado venezolano del Táchira, y otros fueron sacados del país a través de las fronteras de La Guajira, que colinda con el estado venezolano de Zulia, y por Arauca, fronterizo con Apure, según los datos de la Ocha.
El cierre obligó a que se conformara hoy un cordón humanitario para que decenas de estudiantes pudieran cruzar a pie desde Venezuela a Colombia para retomar sus clases, interrumpidas desde hace dos semanas.
La apertura del corredor humanitario fue una de las condiciones planteadas ayer por Santos para reunirse con Maduro. Según Bogotá, hay unos 2.000 niños y jóvenes que viven del lado venezolano de la frontera y estudian en Colombia, generalmente hijos de padres colombianos o de matrimonios mixtos.
Fuente: Télam