Albright jugó de pesada para los buitres y frente a la Argentina perdió mal

 Por Alejandro C. Tarruella

   A mediados de octubre, hubo una señal preocupante por parte de los fondos buitres. Una vez que actuó sobre la Argentina, en la Argentina, la ex secretaria de Estado de George Busch, Madeleine Albright, se produjo un punto de tirantez singular con el gobierno de Cristina. Albright tenía un contrato de NML Capital con un objetivo, trabajar en un acuerdo con Argentina. Su consultora, la Albright Stonebridge Group (AGV), debía hacer una tarea aunque anunciar otra. Esto lo reveló en parte el “New York Post”. Decían que la lobbysta «convirtió sus amplias relaciones diplomáticas en una consultora y en un fondo de cobertura que invierte en mercados emergentes», y había sido contratada tiempo por Paul Singer desde el fondo buitre Elliot Management, «para ayudar» en la disputa legal de Argentina en los tribunales de Nueva York o mejor dicho, de Wall Street, suponiendo que lo tiene. Sin embargo, la funcionaria que hizo detener a Pinochet en Londres para facilitar la candidatura de Ricardo Lagos en las presidenciales chilenas, tensó la cuerda. Cristina Fernández de Kirchner no se hizo rogar y lo dijo en la tercera semana de septiembre: la Madelaine tenía un plan de cinco puntos con su firma cuyo destino sería “desestabilizar al gobierno argentino si no se sentaba y negociaba con los acreedores liderados por Singer».

   Para mostrar los cinco puntos en el camino hubo otro ex funcionario norteamericano que salió al ruedo Carlos Gutiérrez, ex secretario de Comercio de Estados Unidos bajo la segunda presidencia de George Bush, vino Buenos Aires para buscar “una solución satisfactoria” para las partes. Gutiérrez contó en reunión con Alex Kicillof y Jorge Capitanich, los cinco puntos del plan de Singer: 1) ataque especulativo a la moneda argentina para forzar una devaluación; 2) ataque directo contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, incluidas las versiones que afectaron a la hija de la presidenta; 3)impedir el pago local de los próximos vencimiento, tal y como se decidió a partir de la aprobación de la Ley de Pago Soberano; 4) bloquear cualquier posibilidad de que la Argentina encuentre financiamiento en los mercado externos, y 5) esperar a 2016 para arreglar al cuestión.

   Así, el gobierno argentino, merced a la habilidad de Capitanich y Kicillof, contó con información precisa sobre el plan local de los fondos buitre, y sabía que entre los contratados por Singer, estaba el propio don Carlos Gutiérrez. Y el plan comenzó a funcionar, algunos opositores decían que el gobierno no llegaba a las elecciones de 2015, ataques a Cristina y exposición de opiniones “sabias” como la del funcionario del BAPRO, Guillermo Nielsen, que dijo a los gritos que el gobierno nacional «debería endeudarse en U$S 20.000 millones» si pretende tener «una salida pacífica» en diciembre de 2015. Es decir, amenazaba con poco menos que un golpe de estado financiero. Eso llevó al gobernador Scioli, que comprobó la relación Nielsen – buitres, a echarlo del cargo. Y Nielsen se pasó entonces al partido de Sergio Massa. Massa soñaba con un derrumbe de su país como Barrionuevo, como Lilita, como Sanz, como Binner, el grupo al que Lilita calificó de imbéciles.

  Cuando se conocieron las declaraciones de Cristina situando la tarea de desestabilizar, un vocero de la consultora AGV confirmó esa contratación en un breve comunicado. Se dijo que AGV ejerce funciones de consultoría en varios países del mundo y que tenedores de bonos argentinos solicitaron su “asistencia” para una “solución satisfactoria para ambas partes” y pidieron que la misma, no sea objetada por el gobierno argentino. No hubo respuesta, hay pedidos cuyo destino es el silencio y los especuladores, por boca de otros, hablaron demasiado. Tanto, que ellos mismos optaron por echar a la Madeleine y cambiaron la ofensiva por un pedido de negociación suave, persistente, hasta esperanzador a sus intereses.

   Ya se sabía entonces, que el ex funcionario del banco Central, ex directivo del FMI, Claudio Loser estaba jugando un papel en el guión de los fondos buitre, un lugar tenía entre los cinco puntos. Para ello, lo contratan para dar conferencias a razón de 15 mil dólares la presentación y le pagan más de 3 mil dólares por artículos periodísticos. Dicen que si el botín llega a las manos de los fondos, habrá otra comisión. Del mismo modo, operan Melconian y los “especialistas”. Contrato en mano, suma acorde con el primer paso en las pantallas de teve, y luego esperan el derrumbe para cobrar cuando se vendan los despojos. Como hicieron en 2001. Hoy ese horizonte es un imposible, su “verdad” es un imposible. Aquí hay un país de pie, casi 12 años y un pueblo que sabe que un paso en falso, echaría por tierra una construcción que nació un día cuando comenzó a salir del infierno. Lo hecho, es a contramarcha de las ruinas del neoliberalismo y la deuda externa más grande de la historia de la humanidad. Por eso es tan claro el horizonte y tan claros los términos de una negociación porque ni los fondos de inversión estaban de acuerdo con Singer y los buitres. Como se verá, el frente se resquebrajó en tanto otros actores salían a pronunciarse en favor de Argentina.

Hay quienes aprueban la posición argentina

   Sorprendió hace algunas semanas que David Tawil, director del fondo de inversión sobre activos en dificultades, Maglan Capital, expresara su apoyo a un «necesario» marco legal para reestructuraciones de deudas soberanas”, la propuesta argentina en Naciones Unidas. En el diario “Buenos Aires Herald”, se expuso ese apoyo a la normativa impuesta por Argentina. «Estoy completamente de acuerdo en la necesidad de un marco legal. Cuando me acerco a cualquier situación corporativa, puedo predecir el resultado porque la ley está bien escrita. Para un inversor eso es muy importante», dijo Tawil. «Habla muy bien de la economía del país, que siga funcionando a pesar de este conflicto. Prefiero ver el lado positivo y pensar en el potencial que va a tener el país una vez que esto se resuelva. Mirá qué fuerte es la economía por su cuenta, imaginate si más allá de eso tuviera inversiones adicionales desde afuera», expresó. Tawil vaticinó un mayor crecimiento llegará rápidamente cuando se resuelva el conflicto con los fondos buitres».

   Resolver el conflicto de los buitres es en las condiciones del tema hoy, lo que aparece como posible a partir de los primeros meses de 2015. La apretada de los cincos puntos, y los “puntos” que hace coro en el país, fracasó. Eso de todos modos, no significa que no puedan lastimar. Pueden, van a continuar insultando, descalificando, negando incluso el Estado de Derecho porque añoran a Menem y Videla, porque hoy no hay presión de la deuda externa. Un gobierno gorila (mixtura de dictadura, menemismo y megacanje) sería un escenario ideal para endeudar el país, ponerlo de rodillas, y cobrarle comisiones al invasor buitre. Qué es lo que hicieron con Martínez de Hoz y con Cavallo, más los otros, para luego ir a festejar al Nordelta o a un espacio semejante. Se podría decir que andamos en complejidades, atravesando el barro, pero vamos bien. Es más, el 2015 nos encontrará unidos.