Golpistas
Por Juan Alonso
La frase de Mauricio Macri no fue un acto fallido. No. Los mismos que dejaron la Casa Rosada en helicóptero dejando 39 muertos y el país fundido en 2001, ahora fagocitan el clima destituyente contra un Gobierno que fue elegido hasta 2023. A los dichos de Macri se sumó el radical cordobés, Mario Negri, calificando al Gobierno como «débil». Curioso: Alberto Fernández trajo 52 millones de vacunas mientras Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Diego Santilli pierden el tiempo discriminando a les jóvenes de las villas de CABA donde el Pro gobierna hace 13 años.
A la derecha de Macri está el precipicio de la falange compuesta por Javier Milei y José Luis Espert. La derecha diversifica su oferta con la meta de desunir y desgastar al Gobierno en estas elecciones legislativas. Y para ello no tiene problemas en unirse al atropello de Chile y su decreto para apropiarse de nuestra plataforma continental al Sur de Tierra del Fuego y negar la soberanía en Malvinas de la mano del Reino Unido. La derecha y la ultraderecha conforman una unidad de sentido sin demasiadas contradicciones discursivas. El principal objetivo al que se suman con gusto la corporación de medios dominantes y el control de plataformas de Internet es que Alberto Fernández y CFK no revaliden su gestión en las legislativas.
Sin embargo, las encuestas dan a favor del Gobierno por una ventaja de cuatro a ocho puntos en los principales distritos y pese a toda la metralla mediática de la oposición y sus medios.
Por eso Macri, Vidal y Larreta fueron al canal La Nación + todos un mismo día y el rating no sumó más de 5 puntos.
Macri está muy inquieto por la denuncia de Bolivia que puede derivar en una causa internacional por delitos de lesa humanidad en el Golpe contra Evo Morales en 2019.
Su amigo Fabián Pepín Rodríguez Simón está prófugo en Uruguay y habría planes para su exilio en Qatar aunque el lunes debería hablar en calidad de representante de Juntos en el Parlasur. Lo cual es toda un dilema. Por mucho menos, Milagro Sala sigue presa en Jujuy bajo el yugo de la inquisición del gobernador radical Gerardo Morales.
Ni Macri ni Negri han dicho una sola palabra sobre el ataque a tiros contra el diputado provincial Miguel Arias del Frente de Todos en Corrientes. Un hecho mafioso que no está resuelto y que deja expuesto una especie de sicariato en la provincia que es gobernada por la UCR desde 2001.
El o los atacantes de Arias (quien se recupera de un balazo en el estómago) pudieron haber huido a través de un camino alternativo y escapar por el río rumbo a Brasil. Era de noche y en el pueblo de Tapebicuá solo estaba la Policía local. La salita de primeros auxilios estaba cerrada y Arias fue traslado en la camioneta de un patrullero rumbo a Paso de Los Libres. Tenía síntomas de hipotermia y los compañeros lo envolvieron en una frazada. Se desangraba cuando fue operado por tres médicos. El disparo no fue de abajo hacia arriba. La Policía de Corrientes buscaba imputar a jóvenes que viven en un barrio marginal de Libres y que la noche del atentado estaban tocando los bombos en el acto. Raro. Sería difícil agitar el ritmo de la cumbia y al mismo tiempo haber accionado un arma que nadie encontró.
En Corrientes pasan cosas raras. Un intendente amigo de Ricardo Colombi apareció muerto antes de asumir en Mercedes y un periodista fue hallado muerto de un disparo en la sien luego de que amenazaran a su familia. El periodista trabajaba en una agencia del primo de Colombi y estaba solo en su auto dentro de un campo familiar en Goya. El arma se habría accionado dos veces.
No fue el único caso mafioso. Un senador provincial y dirigente de la UTA apareció flotando en el río luego de una medida de fuerza. Tenía el reloj, la ropa y el cuerpo intacto. Su vehículo estaba a cien metros de donde lo hallaron unos pescadores. La lista de casos espeluznantes continúa con la muerte del jefe de la Gendarmería local y el traslado de 900 vacunas por parte del ministro de Salud de la provincia. Todos los hechos están impunes.
De estas cosas la derecha y sus medios no hablan. Conforman la reedición de la década infame y la restauración conservadora. Están dispuestos a violar el sistema democrático con ensayos de golpes blandos y formas de desgaste y derribo . Todo mientras el Gobierno intenta vacunar con dos dosis contra el Covid a todos los habitantes de la Argentina cerrando tratos con EE UU, China, Rusia, Reino Unido e India.
El disparador de la derecha es el odio y la muerte.