Encuentro en la Cámara de Diputados: «Nunca más al neoliberalismo, nunca más a la deuda externa»
La diputada Fernanda Vallejos (FpV-PJ), el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, y el vicepresidente sectorial de la Unión Industrial Argentina (UIA), Carlos Garrera, expusieron durante el simposio «Deuda externa: alternativas para una solución soberana», organizado en el edificio Anexo de la Cámara de Diputados por Proyecto Económico, equipo técnico que encabeza Vallejos.
Vallejos: “Nunca más al neoliberalismo implica un nunca más a la deuda externa”
La diputada (FpV-PJ) y economista Fernanda Vallejos señaló que “queremos discutir cuáles son las condiciones de un nuevo programa de política económica que nos permita recrear las condiciones para el crecimiento y la generación de empleo”. En concreto, refirió a la solución de los “grandes problemas de nuestra sociedad, con el hambre como punto número uno de nuestra agenda”.
“Resolver la deuda no es un fin en sí mismo, es una condición necesaria para atacar los otros flagelos económicos y sociales que nos aquejan”, definió y en ese sentido aseguró que “la lucha contra el hambre es el eje fundamental que ordena todo el programa de política económica”, amplió.
La deuda externa es el principal problema financiero que deja Mauricio Macri al futuro gobierno de Alberto Fernández, en un marco económico complejo de caída de la actividad y elevados índices de pobreza y de deterioro del empleo. La búsqueda de soluciones a este delicado escollo fue el tema del simposio “Deuda externa: alternativas para una solución soberana”, organizado ayer por Proyecto Económico, equipo técnico que conduce la diputada Fernanda Vallejos (FpV-PJ), en el edificio Anexo de la Cámara de Diputados.
El tamaño de la deuda y la caída de la actividad económica conforman un escenario venidero complejo. Proyecto Económico aseguró que el stock de deuda de la administración central es de US$333.267 millones (81% del PBI). Los vencimientos en moneda extranjera para 2020 son de US$30.917 millones y para 2021 de US$31.639.
La deuda es el gran condicionante para elaborar una política que ponga de pie a la economía. De todos modos, el presidente electo Alberto Fernández ha reiterado que para pagar, antes que crecer. “Nunca más al neoliberalismo implica un nunca más a la deuda externa. Ha sido para el país un limitante objetivo para desplegar las potencialidades del desarrollo y un dispositivo dispuesto para ejercer una dominación política sobre el país”, reforzó la diputada.
Junto a la economista estuvieron Éric Toussaint, portavoz belga del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM); Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria; Carlos Garrera, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina; el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat; Nicolás Caropresi, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-CTEP); William Gaviria Ocampo (Sindicato de Bancarios de Colombia); Pedro Biscay, abogado penalista-CEPPAS y Francisco Vervic, integrante de la Coordinadora de abogados de interés público.
Por su parte, el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat, señaló que “la deuda se contrae por un acto jurídico y tiene que satisfacer requisitos de validez”. En ese punto, detalló que “esta deuda no sólo quebranta los requisitos de control de legalidad sino también el control de razonabilidad”. Barcesat es abogado patrocinante de Vallejos en la denuncia por el acuerdo con el FMI de marzo de este año, contra el Poder Ejecutivo de la Nación por “administración fraudulenta, violación de deberes de funcionario público y abuso de autoridad”.
Palazzo: “Hay que hacer una quita de la deuda, porque es usuraria”
“Hay que hacer una quita de la deuda, porque es usuraria. Argentina pagó tasas de interés por duplicado o triplicado de lo que pagan países similares”, sostuvo el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, quien también consideró que el próximo gobierno debe contar con un “periodo de gracia” para hacer frente a sus compromisos de deuda.
«No puede ser que un gobierno que no contrajo la deuda pague la fiesta y tenga durante cuatro años que pagar 100 mil millones de dólares de algo que no controló el FMI, ni para qué ni por qué lo prestó”, apuntó uno de los sindicalistas de mayor diálogo con Alberto Fernández
Palazzo añadió que ese “periodo de gracia no tiene que ser inferior a dos tercios del mandato. En un año estamos en condiciones de pagar, cuando la economía vuelva a crecer y tengamos los recursos suficientes para hacerlo” definió, en línea con la postura de Alberto Fernández de generar las condiciones del crecimiento económico para posteriormente poder pagar.
“La deuda fue para favorecer la fuga y la usura y no para mejorar el sistema de infraestructura, las condiciones de vida y el desarrollo de la sociedad argentina”, sostuvo Palazzo. También cuestionó la fuga de capitales y evaluó que el control de cambios llegó tarde. “Qué fácil era resolverlo: con la imposición de los controles de cambio y las restricciones a la venta de moneda extranjera, se evitaron de perder 3.800 millones”.
UIA contra el modelo macrista: “Estas políticas terminaron con un proceso de desindustrialización generalizada”
Las críticas partieron del vicepresidente sectorial de la Unión Industrial, Carlos Garrera. “Cada vez que la industria crece necesita divisas, y las divisas están condicionadas por la deuda externa”, señaló ayer Garrera, quien pidió la intervención del Estado para lograr una mayor coordinación de los distintos sectores económicos. De acuerdo a datos oficiales del INDEC relevados por Proyecto Económico, durante el 64% del mandato de Cambiemos, la industria cayó o permaneció estancada.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) cuestionaron con dureza al modelo económico del gobierno de Cambiemos. Aunque en los últimos meses distintos dirigentes de porte habían dejado en claro su descontento con las políticas de Mauricio Macri, las palabras tomaron fuerza por su alto descontento con el plan neoliberal.
«Las políticas que se implementaron en este período de gobierno terminaron en una elevada inflación y desempleo, pobreza creciente y desindustrialización generalizada”, puntualizó Carlos Garrera, y recordó que “también generaron una gran concentración, porque a medida que las pequeñas y medianas industrias se iban destruyendo, alguien se quedaba con esa parte del mercado”
Garrera explicó cómo el creciente endeudamiento externo afectó a los industriales. “Cada vez que la industria crece necesita divisas, y las divisas están condicionadas por la deuda externa. La necesidad de generar divisas es una de las tareas que nos debe convocar, porque debemos superar definitivamente el escollo de la restricción externa, a la que arribamos cada vez que intentamos el desarrollo industrial con inclusión social”, precisó el dirigente industrial.
«En estos cuatro años, quedó demostrado empíricamente que si no hay una importante intervención del Estado se hace muy difícil conjugar a todos los factores para lograr equilibrar las apetencias sectoriales”, concluyó Garrera.