Decidido a terminar con un problema que ya lleva varios años, el concejal y candidato a Intendente por Unidad Ciudadana-PJ ampliará la red de agua corriente y dispondrá la creación de una planta potabilizadora, para que el servicio llegue a todos los dolorenses en volumen y calidad.
Por Claudio Siniscalco
Aunque a esta altura parece un servicio básico, en realidad no lo es. El agua potable en Dolores hace mucho que es un problema. Y como suele suceder con los viejos problemas, nadie los resuelve. Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) se provee del líquido a través de tres fuentes: un acueducto que data de la década de 1940 que viene de Ayacucho, una serie de pozos en los alrededores de la ciudad y una planta que potabiliza el agua del canal 9. Ninguno de estos sistemas alcanza.
ABSA es conocida por su pésimo servicio, que generó innumerables reclamos por parte de los usuarios en toda la provincia, tanto es así que varias intendencias comenzaron a considerar la posibilidad de municipalizar la provisión de agua.
Pero así como la gobernadora Vidal no da respuestas, el actual intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, tampoco. En numerosas ocasiones el jefe comunal manifestó la intención de municipalizar el servicio, pero la cuestión nunca se resolvió. Desde la comuna prefieren reclamarle a la gobernación y desde La Plata no hay ningún tipo de avance.
Ya no se puede esperar más
Por su parte, Facundo Celasco sostiene que ya no se puede esperar más y que el problema del agua corriente es uno de los primeros que abordará en caso de que sus conciudadanos le ratifiquen en las urnas el apoyo y la confianza que le vienen manifestando.
«El agua es esencial para la salud y la vida, pero muchos dolorenses hoy en día no cuentan con agua de red. Nosotros vamos a invertir para que este servicio llegue a todos y también vamos a crear una planta potabilizadora para que todos podamos consumir un agua de calidad. Y esto no es una promesa, es un plan de acción. Vamos a transformar Dolores. Ya no se puede esperar más», expresa Celasco, que ya dispone desde hace años de equipos técnicos que trabajan en sus principales propuestas.
Además de solucionar el problema del agua, el edil se propone -como uno de sus objetivos principales- la construcción de mil viviendas para atacar el déficit habitacional. Su programa de gobierno contempla medidas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la población de Dolores al mismo tiempo que generan empleo, poniendo en marcha un círculo virtuoso que termine con el actual retroceso.
