Desde 2010 la cartera de Ciencia genera información estratégica para la toma de decisiones de empresas y organizaciones a través del Programa Nacional de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva (VINTEC).
El Programa Nacional de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva (VINTEC) cumplió cinco años sensibilizando y difundiendo buenas prácticas de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva a lo largo de todo el país. La iniciativa pertenece a la Subsecretaría de Estudios y Prospectiva, dependiente de la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, y entre sus fines se encuentra la oportunidad de consolidar alianzas con otras instituciones y programas de desarrollo existentes.
Con estos objetivos como marco, en 2013 el Programa VINTEC desarrolló Antena Tecnológica, una plataforma pública digital que permite relevar las tendencias a nivel mundial de distintos sectores productivos. Desde entonces, se han producido 125 novedades por día y 7.380 novedades bimestrales por sector; y recabó información sobre seis sectores productivos (maquinaria agrícola, alimentos y bebidas, petróleo y gas, envases plásticos, textil y autopartes) y sobre dos tecnologías de propósito general: nanotecnología y TIC. Además, actualmente cuenta con 2.990 usuarios nacionales e internacionales que pueden acceder a las distintas categorías de información monitoreadas por la plataforma: publicaciones científicas y técnicas, patentes, proyectos de I+D+i, financiamiento, mercado, legislación, redes sociales, normativa técnica, noticas, revistas científicas, ferias, congresos e instituciones.
En estos cinco años de trabajo, el VINTEC superó los 15 estudios realizados, que abordaron más de 20 sectores económicos. Se elaboraron unos 120 boletines electrónicos sobre la temática que alcanzaron a 12.000 personas a través de alertas personalizadas; se contrataron a más de 20 especialistas externos; se realizaron alrededor de 270 encuentros de capacitación en los que se sensibilizaron a más de 10.000 personas; y se involucraron 110 instituciones en todo el país.
Asimismo, se conformaron diez antenas territoriales en diversas provincias, que cuentan con el apoyo técnico del Ministerio de Ciencia, y hay otras dos en proceso de creación. Como resultado, se han producido 18 informes de estado del arte, boletines electrónicos e informes a demanda, alcanzando de esta manera una cobertura nacional.
Cabe destacar que el VINTEC llevó adelante siete estudios panorámicos de vigilancia e inteligencia en sectores y tecnologías transversales como la agroindustria alimentaria, nanociencias y nanotecnología, TIC y biotecnología; y tres estudios panorámicos sectoriales: uno en colaboración con la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) sobre alimentos y bebidas; otro en conjunto con la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) sobre tecnología de estampados y materiales compuestos; y el último junto a ARCOR sobre tecnologías de impresión 3D para alimentos.
La vigilancia tecnológica es el proceso que detecta información relevante sobre tendencias, novedades de clientes, invenciones y potenciales socios y competidores.
La vigilancia tecnológica es el proceso que detecta información relevante sobre tendencias, novedades de clientes, invenciones y potenciales socios y competidores. Estos datos codificados y analizados brindan la posibilidad de planificar y formular estrategias tecnológicas minimizando la incertidumbre del contexto. En este sentido, el VINTEC permite aumentar la competitividad en las organizaciones, ya sean grandes empresas o Pyme, asociaciones empresariales, unidades de vinculación tecnológica, emprendedores, consultoras, entidades gubernamentales y organismos públicos o privados de investigación.
Como complemento, la inteligencia se ocupa del análisis, tratamiento de la información, evaluación y gestión de los procesos de decisiones estratégicas dentro de las empresas e instituciones, integrando los sistemas de vigilancia tecnológica, comercial, de competidores y entornos, entre otros. Estas herramientas, entonces, reducen los niveles de riesgo y complejidad existentes en los procesos de innovación, y propician la generación de bases sólidas para el establecimiento de conductas de competitividad sustentables.