Oscar Cuartango: ¿Qué se esconde detrás del intento de baja de las pensiones por invalidez?

Si hay un error que no podemos cometer es pensar que quien llega a ocupar el máximo cargo en el Poder Ejecutivo implemente políticas que carezcan de un objetivo, toda decisión que se toma tiende a un objetivo, y las políticas dependen siempre de la Ideología de quienes gobiernan. Hay gobiernos que dejan huellas y otros que dejan cicatrices.

La Seguridad Social es una de las mejores herramientas que tiene el Estado para redistribuir la riqueza, eso siempre y cuando le interese cumplir con ese elemental principio de Justicia Social.

Una vez mas el gobierno decidió ir contra los desprotegidos, si bien, por la magnitud de las repercusiones de rechazo generadas finalmente dio marcha atrás, suspendieron más de 70.000 pensiones no contributivas por invalidez aduciendo supuestas irregularidades en su otorgamiento.

Para hacerlo en lugar de detectar irregularidades primero y luego dar de baja a los beneficios incorrectamente otorgados siguiendo lo que indica el procedimiento administrativo, lo hicieron dando un guadañazo al bulto invirtiendo la carga de la prueba poniendo en cabeza de cada uno de los beneficiarios la obligación de volver a acreditar su derecho para demostrar su inocencia y hacerse acreedor al beneficio.

Las explicaciones dadas por la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley luego de revertir semejante brutalidad, no sólo se contraponen con las primeras declaraciones que diera el titular de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales Guillermo Badino, que hasta llegó  a cuestionar el carácter permanente de la discapacidad de las personas con Síndrome de Down, sino que insultan la inteligencia del pueblo al pretender atribuirlo a un mero error de carga.

Este no es un simple hecho desafortunado provocado por la decisión de un trasnochado que no tuvo en cuenta la gravedad de las consecuencias que generaba, sino que es una más de muchas medidas que traslucen que el ajuste siempre lo hacen sobre los más débiles

Este no es un simple hecho desafortunado provocado por la decisión de un trasnochado que no tuvo en cuenta la gravedad de las consecuencias que generaba, sino que es una más de muchas medidas que traslucen que el ajuste siempre lo hacen sobre los más débiles.

Otros ejemplos de esto se suceden desde los inicios de la gestión de este gobierno que ya en diciembre de 2015 dejaron de aplicar los subsidios para damnificados por catástrofes que tanto necesitaban, aquellos que padecían las inundaciones que ocurrían principalmente en Corrientes y Entre Rios.

La no renovación de la moratoria previsional y su reemplazo por la Pensión Universal del Adulto Mayor (PUAM), de carácter no contributivo con un monto equivalente al 80 % de una jubilación mínima, estableciendo como requisito de edad para su acceso en 65 años para ambos sexos cuando la edad jubilatoria en la actualidad es de 60 años de edad para las mujeres en una clara manifestación direccionada a elevar la edad jubilatoria ya que conjuntamente con la puesta en marcha de la PUAM también dejaron establecida la conformación de una comisión para la reforma previsional.

La Reparación Histórica, que de reparación poco tiene, ya que los montos ofrecidos apenas alcanzan al 35% de lo que correspondería por sentencia, abusándose de la necesidad del beneficiario para su aceptación y homologación, y de histórica solo que quedara en los libros por lo poco exitosa que resultó ya que muy lejos esta de arrimar a los montos y al universo de personas que se habían propuesto en su lanzamiento.

También quisieron innovar en la interpretación de la fórmula para el cálculo de la movilidad jubilatoria en perjuicio de los beneficiarios, medida respecto de la cual, también debieron dar marcha atrás ante los numerosos reclamos que se generaron, lo cual, sumado a declaraciones del titular de la ANSES Emilio Basabilbaso, exterioriza claramente la intencionalidad de modificar la fórmula del cálculo del haber jubilatorio a la baja.

Otra de las modificaciones que claramente pretenden hacer sobre el sistema previsional es la reducción en el porcentaje de los aportes patronales justificándose en que de esa forma se estimula la creación de nuevos empleos y la regularización del trabajo en negro, sobre esto hay que destacar que este tipo de medidas ya fue puesta en práctica en otros momentos de la historia de nuestro sistema previsional y que no solo no arrojó el resultado anunciado sino que además colaboró en el desfinanciamiento de la caja jubilatoria preparando el terreno para la privatización de las jubilaciones con la creación de las AFJP.

La mirada economicista de un gobierno de empresarios neoliberales también ha generado que en su afán de reducir el presupuesto de la seguridad social se les exija ridículamente a todos los beneficiarios de aquellas pensiones por fallecimiento de mayor antigüedad que vuelvan a acreditar el vinculo con el causante de las mismas  bajo la amenaza de suspenderlas

La mirada economicista de un gobierno de empresarios neoliberales también ha generado que en su afán de reducir el presupuesto de la seguridad social se les exija ridículamente a todos los beneficiarios de aquellas pensiones por fallecimiento de mayor antigüedad que vuelvan a acreditar el vinculo con el causante de las mismas (es decir que nada más ni nada menos que su derecho a percibirlas) bajo la amenaza de suspenderlas poniendo en duda tácitamente el cumplimiento de las normas en el momento de su otorgamiento.

Todos estos hechos muestran claramente que en el gobierno de Mauricio Macri el pato de la boda siempre lo pagan los mismos, son los sectores de menos recursos y el costo del ajuste los que menos tienen y justifican sus acciones mediante la ya trillada excusa de la pesada herencia y su revisionismo de las gestiones anteriores.

Como si lo que antecede fuera poco, en estos días el Ministerio de Finanzas anunció la colocación de un bono en dólares y a un siglo de plazo y a una tasa disparatadamente elevada, el triple de la que pagan países europeos y el doble de Bolivia, tremendo endeudamiento ante el fracaso de las políticas fiscales y económicas, que pagarán las generaciones futuras.

El camino es otro, no ajuste y más ajuste, y endeudamiento tras endeudamiento, se debe incentivar la producción, el consumo y que no sea el tema fiscal y financiero el que prevalezca en la agenda de gobierno.