Juan Carlos Romero LópezOpiniónPrincipales

No vamos a volver, a volver, no vamos a volver

3 de abril de 1976, a las 15 horas, en la puerta de la confiteria del Molino. Llegó con su saquito color crema, sus ojos verdes, su pelo rubio y sus catorce años. Una blusa florida, su sonrisa breve, su mohín pícaro. A mis dieciseis años, ese encuentro era la gloria, la suma del deseo adolescente. Mi primera novia, la piba mas linda de aquel quince en que la conocí.

Y claro que nunca mas volvió esa tarde única, ese poema leído en un banquito la plaza de Mayo al atardecer, su mirada enamorada, esa caminata otoñal, esos latidos.

Llegaron otros idilios, diferentes, tal vez mejores, tal vez no. Pero esa tarde no volvió. Esa tarde no volvió nunca.

Pensará el léctor y acierta, que voy a hablar de amor en esta nota. Por eso elegí este comienzo que sin duda coincidirá bastante con la historia de muchas y muchos. Por eso comencé por ahí, para intentar esbozar un futuro colectivo dónde el amor volverá a vencer al odio.

La patria es el otro

Vivimos el desgarro de una derrota política inédita, el proyecto popular más inclusivo y emancipador en cincuenta años fue derrotado por una maquinaria mediática y publicitaria, demoledora, perversa y falaz pero de una contundencia abrumadora. Nos ganaron sin bombardeos ni golpes de estado a la vieja usanza. Nos ganaron en las urnas y desde entonces, vivimos en la doble angustia de no entender del todo que pasó y el brutal accionar de la Corporación Cambiemos, gobernando con ínfulas de monarcas absolutos, despidiendo trabajadores a mansalva, baleándo niños en las villas tan sólo por bailar ( exclusividad al parecer del niño emperador), reprimiendo trabajadores, derrocando derechos, silenciado voces opositoras, transfiriendo riqueza de los pobres a los ricos, vendiendo el país a precio de remate. Y van apenas un par de meses.

Nos ganaron sin bombardeos ni golpes de estado a la vieja usanza. Nos ganaron en las urnas y desde entonces, vivimos en la doble angustia de no entender del todo que pasó y el brutal accionar de la Corporación Cambiemos

Nos juntamos en las plazas para reconocernos, sabernos muchos. Vamos a mil actos, mateadas, marchas. Algunos escribimos poemas cada noche para sostener a la compañera que no puede con su pena y con su bronca y por que aprendimos que la poesía les duele a estos hijos de puta.

Y compusimos un himno, sencillo y contundente: A volver, vamos a volver repetimos para exorcisar tanta tragedia.

Y sin embargo compañeros, es hora de hablar claro, de dejar la pena de una vez y asumir el puesto de combate que nos toca.

Porque compañera, compañero, NO vamos a volver, No vamos a volver, no nos ilusionemos, no hay vuelta posible y sin escalas al estado de inclusión que estábamos construyendo, a la continua ampliación de derechos a la soberanía izada como bandera, a la dignidad nacional sin antes atravesar el desierto de la múltiple traición, la defección y el desengaño y por supuesto la lucha.

Volveremos al gobierno, el Proyecto Nacional y Popular volverá a tomar las riendas de la nación, pero NO volveremos sin escala a recobrar lo destruído en este lapso. Necesitaremos mucho esfuerzo y lucidez, tendremos noches y días de amargura, incluso retrocesos antes de recuperar el gobierno de redención de la patria.

Seguramente la Corporación Cambiemos se agote en el mediano plazo, tanto dolor e injusticia, tanto atropello no será tolerado mucho tiempo por el pueblo y en las elecciones legislativas encuentren su primer gran traspié y desde allí su final anunciado, que deseamos sea incruento. El 2019 será un nuevo escalón en la recuperación del país.

Pero nadie se baña dos veces en el mismo río y nadie vuelve a tener una cita de amor por vez primera. No volveremos a las gloriosas jornadas que celebramos gracias a Néstor y Cristina, serán otras jornadas, llegarán de otro modo, serán diferentes, con otros dirigentes tal vez, con otras agrupaciones quizá, otras alianzas, otros frentes, otras consignas, otras formas de lucha, otras herramientas de construcción de poder.

No volveremos a las gloriosas jornadas que celebramos gracias a Néstor y Cristina, serán otras jornadas, llegarán de otro modo, serán diferentes, con otros dirigentes tal vez, con otras agrupaciones quizá, otras alianzas, otros frentes, otras consignas.

Podrá guiarnos Cristina o no, será su decisión y el designio de las circunstancias, se hará la voluntad popular en definitiva, pero así como no fue magia conseguir lo conseguido, tampoco lo será derrotar a la plutocracia globalizada que nos declaró la guerra.

Tenemos que saber cómo y para qué volver, para no repetir errores, no volver a reparar lo roto y una vez reparado que los globos vuelvan a seducir a los distraídos y vuelta a empezar el ciclo. No podemos centrar de nuevo la estrategia en el puro consumo, porque el consumo es insaciable, no podemos ser tan sordos ni tan buenos. No podemos dejar de dar la gran batalla cultural contra el racismo y la permanente autodenigración nacional. No podemos dejar los resortes de la palabra en cuatro vivos que apenas cambia el viento cambian de velero. Tenemos que reinvertarnos, reformular estéticas y estilos. Todo eso sin bajar una bandera.

No vamos a volver a ser los de antes, por que nosotros los de entonces no seremos los mismos, seremos otros, seremos mejores.
Volveremos entonces, volveremos y seremos mejores.

Juan Carlos Romero López
Director Editorial

prensa@facepopular.net

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades