Irán liberó a los 10 marinos de EEUU retenidos por violar sus aguas territoriales

Un comunicado de la Guardia Revolucionaria iraní, milicia encargada de la vigilancia en las aguas del Golfo Pérsico, informó que los militares de Estados Unidos ya fueron puestos en aguas internacionales y que su entrega se produjo después de que funcionarios de aquel país reconocieran que se trató de un error y se disculparan por lo sucedido.

«La definitivamente no intencional entrada ilegal de la flota naval de EEUU a aguas territoriales de Irán en el Golfo Pérsico permitió ponerlos en libertad, además del compromiso (de Washington) de no repetir errores de este tipo», señaló el comunicado.

Los diez tripulantes, nueve hombres y una mujer, habían entrado ayer dos kilómetros en aguas territoriales iraníes en dos embarcaciones, por lo que fueron retenidos, y llevados a la cercana isla de Farsi, donde Irán mantiene una importante base naval a cargo de la Guardia Revolucionaria.

Durante el incidente, el portaaviones «USS Harry S. Truman» se encontraba muy cerca del lugar de los hechos, al sudeste de la isla, mientras que el portaaviones francés Charles de Gaulle patrullaba la zona.

También liberó a los dos buques de Estados Unidos que había retenido acusados de haber violado las aguas territoriales de su país, luego de comprobar que se trató de una acción involuntaria, poniendo fin a una incipiente crisis entre ambos países

La Guardia Revolucionaria había informado a la agencia oficial iraní IRNA que los marinos se encontraban en perfecto estado y que serían tratados «bien y de acuerdo con las leyes islámicas».

Respecto a la liberación concretada hoy, Irán no calificó el incidente de espionaje, sino que apuntó a un defecto técnico en el navegador de las embarcaciones, destacó la agencia de noticias EFE.

Poco antes de emitir el comunicado, el vicealmirante Alí Fadavi, comandante de la Armada de la Guardia Revolucionaria, confirmó que los dos buques de guerra de Estados Unidos penetraron en aguas de su país por un «fallo técnico» en sus sistemas de navegación, lo que ya permitía vislumbrar la posibilidad de una rápida solución del conflicto.

Fadavi había subrayado que «desde el inicio del incidente hubo contactos diplomáticos (…). El señor (Mohamad Yavad) Zarif (ministro de Exteriores) tuvo una postura firme y fuerte y dijo al señor (John) Kerry (secretario de Estado de Estados Unidos) que sus marinos entraron en nuestras aguas y deben pedir perdón», aclaró.

En cuanto a la posible liberación de los barcos y los 10 marineros retenidos, había afirmado que la Guardia Revolucionaria actuará «en cuanto reciba la orden pertinente» de las autoridades iraníes, lo que «desde luego no tardará mucho», cosa que efectivamente sucedió.

Además, Fadavi acusó a las tripulaciones de los barcos detenidos de «no actuar de forma profesional» durante el incidente, si bien resaltó que no ocurrió ningún tipo de resistencia cuando fueron abordados.

También dijo que durante unos 40 minutos posteriores al abordaje, los portaaviones de Estados Unidos y sus aliados presentes en la zona llevaron a cabo diversas maniobras y despliegues aéreos, algo que también calificó de «poco profesional».

Fuentes del Pentágono, por su parte, informaron al comienzo de la crisis que los dos navíos se desplazaban por el Golfo Pérsico entre Kuwait y Bahrein cuando sufrieron un desperfecto y se desviaron hacia aguas iraníes.

«Hoy (por ayer) perdimos contacto con dos naves estadounidenses que cubrían la ruta Kuwait a Bahrein», explicaron desde el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

«Nos hemos puesto en contacto con las autoridades iraníes, que nos han garantizado la seguridad y protección de nuestro personal. Hemos recibido garantías de que los marinos serán liberados inmediatamente para continuar su camino», había señalado el organismo.

Las aguas del Golfo Pérsico, especialmente en el estrecho de Ormuz, son de las más transitadas del mundo y obligan al paso por corredores bien definidos de navíos de transporte y naves militares de naciones enemistadas.

Washington mantiene tanto en el emirato de Catar como en Kuwait importantes bases militares y centros de operaciones.

Recientemente, el Pentágono se quejó por lo que denominó «las provocaciones iraníes» en la zona, como el lanzamiento a finales de diciembre de un cohete cerca del portaaviones USS Harry S. Truman.(Télam)