Casa de Ana Frank: El Ministro Bullrich banalizó la Shoá luego de haber reivindicado la denominada «Campaña del Desierto»
Por Maximiliano Borches
La banalización de los crímenes contra la humanidad, irremediablemente se transforma en la segunda muerte de sus víctimas. En este sentido, uno de los tópicos más peligrosos del andamiaje teórico-conceptual, con el que la Alianza Cambiemos analiza los distintos genocidios perpetrados contra diversos colectivos humanos -como los ocurridos durante la denominada «Campaña del Desierto», la última Dictadura Cívico-Militar-Eclesiástica y el Holocausto (Shoá)- dan cuenta de la estrategia deshistoricista de los funcionarios nacionales y su corte de serviles, que al intentar naturalizar estos crímenes, los niegan desde la liviandad con la que asumen la Historia y se plantan frente al Mundo. De esta manera, las aberrantes expresiones vertidas por el ausente ministro de Educación, Esteban Bullrich, en la Casa de Ana Frank, en Ámsterdam, al afirmar en referencia al asesinato de Ana Frank en un campo de exterminio nazi, que: «Sus sueños quedaron truncos en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia», se suma a la lista de repudios que la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), seguramente no realizará.
Ana Frank era una niña judía que al cumplir 13 años, sus padres le regalan un Diario Intimo para que pueda volcar allí sus vivencias. Luego de la invasión de las tropas nazis a Holanda, en 1940, ella, junto a su familia, otra familia y un amigo de los padres, se esconden en la denominada «Casa de Atrás», ubicada en la calle Prinsengracht Nº 263, en Ámsterdam.
Allí pasan cuatro años, hasta que el 4 de agosto de 1944, son arrestados por tropas nazis y enviados a distintos campos de exterminio, de los cuales sólo su papá, Otto, sobrevive, y con el tiempo da con las páginas de ese Diario Intimo regalado para un cumpleaños, que con los años se transformó en uno de los testimonios más leídos a nivel mundial, sobre el horror y la muerte desatada por las huestes nazis en Europa.
Este sintético relato que nos introduce en la experiencia de Ana Frank y su Diario Intimo, desconocido, quizás, por el ausente Ministro de Educación, Esteban Bullrich; un personaje que sintetiza el ideario PRO de la política, seguramente no lo es para el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, otro personaje PRO, que durante años se desempeñó como Director Ejecutivo de la DAIA, la representación política oficial de la comunidad judeo-argentina. Una verdadera organización negacionista y cómplice de todo aquello que dice rechazar, que ni siquiera tuvo la actitud moral de denunciar a los detenidos-desaparecidos argentinos de origen judío, durante la última Dictadura Cívico-Militar- Eclesiástica.
Bullrich y la «Nueva Campaña del Desierto»
Estas afirmaciones peligrosamente negacionistas y profundamente banales, sobre los distintos crímenes perpetrados contra diversos colectivos humanos, se resignifican en las palabras del Ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien no dudó en afirmar durante un acto que encabezó el pasado 15 de septiembre del año pasado, donde inauguró el Hospital Escuela de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Negro, la siguiente frase: «Vamos por una nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas, con educación.»
En esta linea, también se pronuncian los cómplices de la Alianza Cambiemos, como el intelectual orgánico del PRO, Marcos Aguinis. (Ver enlace de nota publicada por este medio al final), entre otros, que parecen no entender que el despliegue burlón de su bacanal de odio se va agotando.
LLAMAMIENTO Argentino-judío y su «Repudio a las expresiones de Bullrich»
«El LLAMAMIENTO Argentino-judío repudia enfáticamente las declaraciones del Ministro de Educación Esteban Bullrich, efectuadas en Ámsterdam, con las cuales se refirió al asesinato de Ana Frank como responsabilidad de «gran parte de una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia».
La expresión vertida muestra a las claras la banalización del genocidio perpetrado por Hitler, la carencia de una explícita condena y el intento por diluir la responsabilidad del nazismo.
Dicha declaración figura en la misma línea de sus afirmaciones del año pasado, cuando comparó el inicio escolar como parte de una necesaria «campaña al desierto». Estas apreciaciones se suman a las reiteradas glorificaciones de la teoría de los dos demonios, defendida por el jefe de la bancada PRO en la Cámara de Diputados, Nicolás Massot, quien en el día de ayer reiteró la fraseología negacionista a la que nos tiene acostumbrado el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
El LLAMAMIENTO advierte a la sociedad argentina acerca de la continua y cotidiana legitimación de las prácticas y los discursos anti-democráticos que -indudablemente- sólo la movilización popular logrará limitar».
Ver nota: «Carta abierta a Marcos Aguinis»
Carta Abierta a Marcos Aguinis y sus cómplices de la DAIA por banalizar la Shoá
